El Bellas Artes cierra el mejor año de su historia
Con 16.153 visitantes más que en 2023, el museo afronta un año clave, con la fase de ampliación a pleno ritmo y con la elección del director que sustituirá a Palacio
Otro año de récord. Finalmente se confirmaron las previsiones avanzadas por este periódico y el Museo de Bellas Artes de Asturias logró su mejor ... año con con 145.900 visitantes, 16.153 más que en 2023, un 11% por encima del ejercicio precedente. Es la mejor cifra de la historia y un ascenso impresionante si tenemos en cuenta que fue hace solo cinco años cuando se superaron por vez primera los 100.000 visitantes. Una pandemia de por medio, y el público, tanto el asturiano como el llegados de otras geografías, confirma el romance con una pinacoteca que une a su magnífica colección permanente, con obras de Zurbarán a Sorolla pasando por Picasso o Anglada Camarasa, exposiciones temporales de gran nivel, con apuestas por grandes nombres, como en el pasado año fueron Tàpies o Luis Fernández, y por el talento asturiano de creadores como Irma Álvarez-Laviada o Juan Fernández Álava.
El público asturiano ha conectado con el museo y una programación muy amplia, que incluye también la obra invitada, conferencias, ciclos de cine o visitas guiadas. Ha salido, además, el museo, de sus propios espacios en el centro de Oviedo para adentrarse en otros territorios, como Avilés, donde ha llevado a sus artistas allí nacidos, o al Centro Cultural Valey de Castrillón.
El año 2024 es también para el Museo de Bellas Artes el del ansiado arranque de la última fase de las obras del ampliación. Un anhelo que por fin se completará a finales de este año o principios del próximo y que permitirá incrementar y optimizar la actividad del espacio cultural, al mejorar la conexión entre los diferentes edificios –Velarde y la ampliación–. Hará además operativos los almacenes, permitirá crear un salón de actos y poner en marcha una tienda además de una cafetería con vistas a la Catedral.
Es este 2024 un año que sabe a despedida, puesto que en cuanto acabe el mes de enero Alfonso Palacio, quien ha liderado el equipamiento desde hace doce años, toma rumbo a Madrid para convertirse en director adjunto del Museo del Prado. A buen seguro que la magnífica relación que el Prado y el Bellas Artes han tenido en los últimos años, en los que han crecido los depósitos llegados desde Madrid, se intensificará con su desembarco en Madrid. Habrá, pues, este 2025, que elegir director. Y esa tarea están ya trabajando desde el patronato, que podría aprobar en este mes de enero las bases para que los candidatos presenten sus propuestas. Habrá que dar un tiempo para que se preparen las proyectos y constituir un tribunal que las juzgue y falle. Difícil será que antes de que se encuentre ya bien avanzada la primavera se pueda contar con el nuevo director. El conservador de Arte Antiguo del museo, Gabino Busto, será quien lleve las riendas durante ese periodo.
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