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Leonardo Padura, que presenta estos días en España su nueva novela 'Personas decentes' E. p.
«Cuba está harta de que le roben el futuro», clama Leonardo Padura

«Cuba está harta de que le roben el futuro», clama Leonardo Padura

El escritor cubano novela sobre dos espejismos de libertad en la reciente historia de la isla en la novena entrega de la serie del policía Mario Conde

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Martes, 6 de septiembre 2022, 19:30

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«Con seis asesinatos, es mi novela más habanera y criminal». Así presenta Leonardo Padura (La Habana, 66 años) 'Personas decentes' (Tusquets), la novena entrega del policía Mario Conde. Son dos novelas en una sobre dos episodios cruciales en la historia de Cuba, dos espejismos de libertad vividos a principios y a finales del siglo XX en los que se atisbó una Cuba sin cadenas que pronto se esfumó. «Cuba y los cubanos están hartos de que les roben el futuro», sentencia el escritor, periodista y guionista, Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2015 y que no piensa abandonar su mortificada isla.

«Ser decente es impracticable en Cuba. Para sobrevivir hay que hacer cosas, que sin ser ilegales, están discutidas con la ética estricta de la decencia», dice Padura para explicar el título. Su investigador, Mario Conde, expolicía, exvendedor de libros antiguos, memorioso y pesimista, «fue siempre decente». «Necesitaba esa decencia para que investigara lo más turbio; no podía ser vulnerable» señala su creador.

Lamenta que en Cuba, como en el resto del mundo, «los hijos de puta ganen espacio y sean cada vez más». También que el mundo sea «un lugar de ultracompetencia» y que la política se degrade. «Está pervertida. Hay, como siempre, políticos hijos de puta, criminales, dictadores y tiranos. Pero hoy se ha perdido la vergüenza y esos políticos tratan de engañarnos como si fuéramos imbéciles», lamenta.

Padura novela «dos grandes frustraciones» a través de dos investigaciones. Una transcurre en 1910, cuando La Habana intervenida por el gobierno estadounidense quería ser la Niza del Caribe. Gira en torno a la vida del rico proxeneta Alberto Yarini, cuya historia se propone novelar el propio Conde. Con 24 años Yarini era el chulo más aclamado de la «zona de tolerancia» de La Habana, pero ganó poder como representante de la Cámara y como aspirante a teniente de alcalde.

En la otra trama Conde investiga la mutilación y el asesinato de un antiguo censor castrista que acosó, represalió y arruinó las carreras de escritores y artistas como José Lezama Lima o Virgilio Piñera, e hizo fortuna vendiendo los cuadros que robaba.

Fiesta y pesadilla

En 2016 Cuba era una fiesta, que diría Hemingway. En pleno deshielo, visitó la isla Barack Obama, el primer presidente estadounidense que lo hacía desde 1928. Hubo un concierto histórico de los Rolling Stones, y un desfile de Chanel. Por la Habana pasaron además las Kardashian, Rihanna, el elenco de 'Fast & Furious', que rodó en la isla parte de una de sus entregas.

Pero pronto el sueño se desvaneció y volvió la pesadilla totalitaria y las carencias. «Fue otro paréntesis en nuestra historia», ilustra Padura. «Hoy en Cuba vuelve a faltar de todo: comida, medicamentos, energía... A veces necesitas pasar seis horas en una cola al sol para buscar qué comer, y nada te garantiza que lo encuentres. Comprar tabaco es una odisea. Los apagones de al menos cuatro horas diarias son constantes. La inflación es brutal, y la zafra ha sido una de las peores de la historia, más baja que en la I Guerra Mundial», enumera.

«Hay crisis migratorias que no se cuentan. Más de 150.000 jóvenes cubanos con alta preparación han huido por Nicaragua, que no exige visado, para cruzar México, llegar al Río Grande y entrar en Estados Unidos. A quienes se van y a quienes se quedan, les han robado el futuro», reitera.

A pesar de tantas dificultades, Padura no quiere dejar Cuba. Tiene pasaporte español, otorgado por carta de naturaleza, y se siente cómodo con un pie a cada lado del Atlántico. «Quiero estar cerca de la realidad que alimenta mis libros», dice. «Soy feliz con un pie aquí y otro allí. Al principio era un escritor cubano que publicaba en España y ahora soy un escritor de Tusquets que además es cubano», se ufana. «Cada vez que vengo a Europa vuelvo con tres maletas repletas de queso, jamón, aceite de oliva y medicamentos. Para la familia, para mi madre de 95 años y para mi suegra, de 86, es como si llegaran los Reyes Magos», apostilla risueño.

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