«Jovellanos no vio realizado casi ninguno de los proyectos que propuso»

«La idea central, y que es muy actual, es el hecho de que Jovellanos era consciente de que el mercado asturiano era muy limitado, Asturias estaba muy bien dotada de recursos naturales, sobre todo carbón, pero los costes del transporte para su exportación eran muy altos», explica. Y como Asturias estaba aislada por la meseta, con caminos de herradura como pasos de montaña, «la gran apuesta de Jovellanos es la carretera carbonera, para llevar el carbón a Gijón desde las cuencas mineras, completándola con una infraestructura portuaria potente para dar salida a esos recursos naturales».

Por supuesto no se olvida de la salida a la meseta por Pajares, que veía fundamental para Asturias. «En el siglo XVIII llamaban a esta región la Siberia del norte, pero Jovellanos quería transformala en la Sajonia española». Sin embargo, la carretera carbonera no se concluyó hasta 1845 y la salida por carretera a través de Pajares no llegó hasta 1834. «Un desastre. A Jovellanos no le tocó vivir en la época áurea del XVIII, estaba mal visto, estuvo desterrado en Asturias, preso en Mallorca en 1801, su informe sobre la Ley Agraria no gustó por ser demasiado ambicioso... Tenía a la nobleza y la inquisición en contra. Lo tuvo todo en contra, al contrario que Campomanes», analiza.

Es por eso, insiste, que «todos sus proyectos» no cuajaban. Incluído el Instituto de Náutica y Mineralogía, que también se vino abajo por la oposición en Oviedo de que se hiciese en Gijón, «por culpa de los localismos, lo mismo que ocurre ahora con la Escuela de Minas», compara Ocampo. Como tampoco pudo ver desarrollada su idea del tren minero. «Leía las noticias que le llegaban de toda Europa, y sabía que en Inglaterra el carbón iba de la bocamina al puerto por lo que entonces llamaban 'caminos de hierro', y ese carbón llegaba a Asturias a mitad de precio del que se extraía aquí». Jovellanos proponía usar el tren para poner el carbón en Gijón desde las cuencas. «Hay que recordar que en 1790 bajaban al día hacia la costa cerca de 400 caballerías y cien carros de bueyes cargados de carbón, pero era muy poco lo que podían transportar, y tenía un gran coste en tiempo y dinero», apunta Ocampo.

«Otra cosa muy interesante es que en el siglo XVIII, cuando se aprueba la red de carreteras, se plantea un sistema radial desde Madrid y Jovellanos fue el único que pedía una red reticular para conectar todas las regiones. Al final se impuso el sistema radial». Un sistema que también perjudicó a Asturias, que no vio completada la Autovía del Cantábrico hasta bien entrado este siglo XXI. Y solo hay que ver las infraestructuras ferroviarias... Es por eso que el jurado habla de este ensayo como un trabajo «de una relevancia de primer orden, por el nivel de integración de datos y su elevado nivel de detalle», así como el valor que, desde el pasado, tiene «para la comprensión de la actualidad».