Luis Sepúlveda vuelve al lugar que le cambió la vida
La Semana Negra recordó con el Aula de Cultura al impagable escritor chileno que acabó asentándose en Gijón gracias al festival
Luis Sepúlveda fue una presencia asidua e imprescindible a lo largo de la historia de la Semana Negra y el este viernes, cuando se ... cumplen cinco años de su muerte, el festival literario recordaba de mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO al genial fabulador chileno con un homenaje en el que participaba su compañera, la poeta Carmen Yáñez, y dos amigos del ámbito editorial español que lo conocieron bien, el periodista y crítico Juan Cruz, y el escritor y agente literario asturiano Miguel Munárriz.
Antes del acto, el responsable de la Semana Negra, Miguel Barrero, aseguraba que este tributo «era inevitable y tiene mucho sentido porque Luis Sepúlveda llega a Gijón con la Semana Negra y decide así mudarse a esta ciudad. Tuvo un gran arraigo aquí no solo como escritor sino también como promotor y agitador cultural. Se cumple un lustro de su muerte, en unas circunstancias muy particulares y recordarlo es una forma de agradecerle su apoyo al festival y a la propia ciudad».
Su viuda, que este sábado día 12 presenta (20.30, Carpa de la Palabra) el libro en el que narra la historia vital y de pareja que ambos compartieron, 'Un amor fuera del tiempo' (Eragin), no ocultaba la emoción con la que vivía este momento y evocaba que «cuando se produce nuestro reencuentro definitivo tras años separados, él estaba en la Semana Negra y yo en la Selva Negra, en Alemania. Cuando nos reunimos él me dice que nos vamos a Gijón, tal cual. Yo ni siquiera lo ubicaba en el mapa. Recuerdo que él hablaba a mi hijo de las atracciones del festival, con su fantasía le decía que eran gratis para los niños».
Miguel Munárriz recordó que tuvo el honor de organizar el Premio Tigre Juan que ganó Sepúlveda por 'El viejo que leía novelas de amor', luego «fue siempre una alegría estar con él. Era un gran escritor, un tío generoso, pero también un gran amigo. Es una pena, se fue muy pronto».
Por su parte Juan Cruz reveló que el momento más triste de su vida fue el de la imposibilidad de contactar con Sepúlveda cuando el escritor permanecía ingresado en el hospital enfermo de covid. El periodista afirmó que de su amigo «siempre me llamó la atención su ternura, cómo sus libros transparentaban su deseo de que no pasara el tiempo y las cosas fueran siempre como en los cuentos. Luego cuando lo escuché hablar de política tan apasionadamente vi que tenía también esa garra de contar en público una vida que tal vez fue mejor que ahora pero también decepcionante». Y recordó «su mirada de adulto asustado que venía a contarte en sus textos y en su propia presencia lo que le faltaba a la vida y cómo quería completarla con la literatura». Munárriz añadiría: «Toda su vida está en sus novelas y su forma de luchar contra la barbarie de este mundo». Imposible olvidarlo.
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