María Dueñas: «Las mujeres tenemos la capacidad adaptativa de podernos amoldar»

Han pasado 12 años desde que se publicó 'El tiempo entre costuras' y ahora llega 'Sira', su segunda parte. ¿Por qué tanto tiempo?

Cuando salió 'El tiempo entre costuras', en 2009, no tenía ni idea de qué iba a pasar con la novela porque era una autora totalmente desconocida, venía del mundo de la universidad y no conocía a nadie en el mundo literario. Entonces, todo se precipitó. Lo que ocurrió fue muy intenso: el número de ediciones, una detrás de otra, en España y Latinoamérica, la serie, etc. Fue fantástico, pero a la vez necesitaba descansar, esperar, al menos un poco, porque estaba convencida de que una segunda parte en aquel momento no hubiera sido buena idea. Después vinieron otros proyectos y la verdad es que no se me ocurrió volver a Sira hasta que, ya teniendo encauzada la que creía que iba a ser mi nueva novela, a raíz de un viaje a Tánger, empecé a darle vueltas a la posibilidad de que Sira volviese.

Y al final dejó de lado aquella otra novela para volcarse en 'Sira'. Aquel libro, ¿verá la luz alguna vez? ¿Lo retomará?

Más que verla, lo oiremos porque lo he transformado en un guion para audio que se estrenará este verano, en algún momento en agosto, en 'Amazon audible', como una audio novela o un audio drama.

Es algo muy distinto.

Sí, totalmente distinto, pero es refrescante también. Y es muy apetecible hacer estas cosas porque es creatividad, pero de otra forma.

Cuando un autor saca una segunda parte de un libro, se suele decir que se hace porque se lo debía al lector, al personaje principal o incluso al propio autor. ¿Usted a quién se lo debía?

Creo que a nadie. Nunca me lo planteé de esta forma porque fue una cosa casi orgánica. Yo viajo mucho a Marruecos y siempre que vuelvo, cuando me subo en el avión de vuelta a Madrid, pienso que me dejó atrás un territorio para muchas más novelas, pero, por alguna razón, como allí sucedió gran parte de 'El tiempo entre costuras', yo misma me autocensuraba. Parecía un territorio quemado hasta que me convencí de que no tenía por qué ser así; que si me apetecía volver a ese mundo, nadie me lo impedía y que incluso los lectores lo agradecerían. Yo también. Así fue cómo arrancó la idea de 'Sira'. Me apetecía volver a situar una novela en aquel territorio y cuando tomé la decisión, tuve clarísimo que tenía que ser de la mano de Sira.

¿Y cuánto de la Sira Quiroga que conocimos en 'El tiempo entre costuras' queda en ella?

Queda la base porque ella es la persona de entonces, pero más madura. Ha vivido muchas cosas. Dos guerras, amores y desamores, aventuras, ha colaborado con los servicios secretos, se ha cambiado de casa, de negocios, ha cambiado de país… y en el arranque de la nueva novela le van a pasar acontecimientos dramáticos que van a transformar su vida más todavía. Al final, es más madura y está más curtida. Es más escéptica y ya no se deja influir de la manera que lo hacía antes. Ahora tiene otras prioridades, porque tiene un hijo, y su manera de plantarse ante el mundo es totalmente distinta, pero, a la vez, mantiene el carisma y el encanto de siempre.

Sira se reinventa. ¿Estamos las mujeres obligadas a reinventarnos de forma constante?

Ella se reinventa muchas veces porque la vida la va empujando hacia ello, pero sí que es verdad que las mujeres tenemos esa capacidad adaptativa de podernos amoldar a cosas distintas, patrones distintos, en función de las circunstancias y las coyunturas que nos tocan vivir.

Esta novela está llena de grises y los personajes transitan por ellos.

He intentado que mis personajes, en la manera de lo posible, sean como somos los humanos, que tenemos nuestras luces y nuestras sombras; que tenemos momentos de gloria y de caídas, batacazos, fracturas y miserias. Intento que los personajes de mis novelas sean de ese tipo de molde, de grises, para que los buenos no sean superbuenos siempre y los malos, malísimos. Intento que tengan unos condicionantes vitales que los obligan a terminar siendo como son.

Una de las preguntas que más se formula es aquella de cuánto del autor hay en los personajes de su obra. La voy a reformular. ¿Cuánto de Sira hay en usted?

Intento que no mucho porque la ficción es una cosa y la vida cotidiana es otra, pero es verdad que, al final, convives tanto tiempo con los personajes que a veces hay un trasvase de un poco de ella en mí y de un poco de mí en ella. A mí hay cosas de Sira que me resultan muy admirables y que me encantaría llevar a mi vida como, por ejemplo, esa capacidad de resistencia que tiene. Hay muchas cosas que admiro de Sira que me gustaría tener en mi vida.

¿Esta novela la escribió durante el confinamiento?

Ya estaba empezada, pero una gran parte la escribí durante los meses de confinamiento, que me vino bien dentro del dolor que vivimos todos porque se cancelaron todos los viajes, los eventos literarios, las ferias, y me sirvió para escribir con un poco más de tranquilidad y menos rupturas en el ritmo de escritura.

El sábado estará en la Semana Negra de Gijón, ¿cómo ha vivido el regreso de los festivales y encuentros literarios?

Hemos ido recuperando los encuentros con los lectores en distintas ciudades, no al ritmo de antes, con los aforos más limitados, pero poco a poco y es una alegría reencontrarnos con los lectores cada vez con un poquito más de normalidad.

¿Qué está leyendo ahora mismo?

Estoy leyendo muchas cosas. Voy cambiando constantemente. Por ejemplo, una escritora que no conocía y que he descubierto últimamente, Leila Slimani, y que me ha gustado mucho. Su novela se llama 'El país de los otros'. Me ha fascinado. Y voy releyendo cosas que tenía a medias, reencontrándome con escritores y también estoy al tanto de las novedades.

¿Es una lectora aventurera?

Tengo mis gustos definidos, pero son unos gustos muy amplios. Es verdad que hay ciertos géneros que no suelo leer, como quizá ciencia ficción, porque me costaría más hacerlo, pero en general suelo leer de todo.

¿Habrá una tercera parte de 'Sira'?

De verdad que, con la mano en el corazón, te digo que no lo sé. No lo sé todavía porque estoy en la fase de acompañar esta novela y estoy cerrando otros proyectos creativos, y todavía no me he planteado en serio qué va a pasar con Sira. Tendremos que salir de este bucle y reflexionarlo con tranquilidad. Espero tener tomada una decisión para el otoño.

Alguna vez, cuando se pone a escribir, cuando lanza las novelas, ¿piensa que será de María Dueñas en el futuro?

Intento pensarlo lo menos posible, aunque creo que a todos los humanos se nos plantea qué será de nosotros cuando pase el tiempo, pero, de momento, tampoco me supone una gran preocupación. Escribiré mientras tenga la cabeza lúcida y el día que deje de tenerla, me faltan las fuerzas o me falten las ganas, me retiraré. Cuando me toque descansar, lo haré sin grandes traumas y con toda la tranquilidad del mundo.