Todos los versos llevan a Gijón para dibujar su alegría entre niebla y lluvia
La librería La Buena Letra acoge hoy la presentación de 'Parada Gijón-Xixón', un poemario dedicado a la ciudad con obra de seis autores
Juan Muñiz dice que «algunos días son como una inmensísima playa» y, de ella, de su orilla inabarcable, nace el poemario 'Parada Gijón-Xixón', ... que hoy se presenta, a las 19.30 horas, en la librería gijonesa La Buena Letra. Es esta una obra coral, firmada por el propio Muñiz, Álvaro Díaz Huici, César Iglesias, Pedro Luis Menéndez, José Luis Argüelles y José Carlos Díaz.
Estos seis autores escriben por y para su ciudad natal o de adopción, «huyendo de los juegos florales y de los homenajes vacuos», tal y como explica la editorial Impronta, el sello con el que se publica este libro, cuyo prólogo corre a cargo del que fuera presidente del Principado, Pedro de Silva.
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César Iglesias 'Cimavilla, años ochenta' Secundar la alegría, desertar de las lágrimas. Era ese nuestro afán en los días conversos y en las noches de calles bajo lluvia y salmuera. ¿Os acordáis, amigos? Vetábamos la muerte tan neciamente jóvenes y el resplandor letal de aquellos sueños químicos brillaba en nuestros ojos. Era un fervor inútil por las esquinas grises, por el humo homicida y las venas punzadas. Buscábamos los sótanos, también las catacumbas de una fe sin iglesias. Las seducciones líquidas camuflaban su cólera. Caímos en la trampa de la euforia fugaz ningún cadáver es hermoso y no hay esquelas blancas.
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José Carlos Díaz 'Café Gregorio' Fue casi en otro siglo Me dejaba caer por el café a eso de las once y siempre a solas. Leía los periódicos sin prestarle atención a un David Lanz que sonaba muchas veces de fondo. Nunca entendí muy bien por qué a Chano le gustaba aquella música, porque le gustaba a un tipo así, curtido en las mareas, para el que un piano melodioso se me antojaba una flaqueza impropia.
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Álvaro Díaz Huici 'Paseo marítimo' Esta inclinación, como la luz dorada de tu cabello, he de ocultarla Lentamente crece la tarde y la niebla avanza oscureciendo tu cabello, y en él se retiene. Hablas y si cada historia de amor fuera distinta, yo te lo diría, paseando por este frío que nos circunda y entra temblando en tu cuerpo. Del mar avanza la niebla, gradualmente tu cabello se oscurece, sonríes al hablar. A tu lado pasea un corazón que, tan temeroso y helado, procura ocultarse.
Él pone las primeras palabras de un poemario que empieza a conquistar a los lectores con su portada, ilustrada por Marina Lobo. La sencilla imagen de una playa, habitada por seis siluetas (haciendo referencia a los seis escritores), es el preludio de unos versos que esconden –entre los cantos de amor a Gijón– la soledad, los sueños, el amor, la vida y la muerte.
Y, entre todos esos asuntos, brotan siempre las referencias a la ciudad como ocurre en 'Septiembre en la bahía', de Álvaro Díaz Huici: «No hay otra luz sobre el mar agitado que el sol que se alza, no es otro el color que contemplo desde el dique que su dorado movimiento».
Pero no todo son abstracciones porque Argüelles también lleva sus inspiraciones hasta la calle del Agua y le pregunta: «¿Por qué te llaman calle del Agua si eres del viento?».
Quizá alguien tenga la respuesta a esa pregunta que se revuelve entre los versos de estos seis autores distintos en sus formas, pero cercanos en su fondo, que llevarán esta tarde a los lectores hasta los atardeceres del Cervigón, al Cerro de Santa Catalina y hasta la Cimavilla de los años ochenta, «de euforia fugaz», como escribe César Iglesias.
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