Losone, atmósfera hechizante y plural en un íntimo Teatro Jovellanos

Poco antes de la cita en el coliseo gijonés, Llaneza se mostraba encantado de participar en ella: «Estamos acostumbrados a tocar en formato piquiñín, ante poca xente, y es algo que nos gusta mucho, porque también lo que facemos tien esi puntu de intimidad. Es un ambiente cómodo para nosotros y a ello se suma el mimo con el que se cuidan estos conciertos. No podemos pedir más», afirmaba. La intimidad del formato se adecuaba además al personal homenaje que rinden en su último disco-libro a Ángel Parrilla, el amigo que hace un cuarto de siglo decidió poner fin a su propio viaje y cuya memoria estuvo presente en los tres temas extraídos del álbum que interpretaron sobre el escenario el propio Jandro, al bajo; Dani Álvarez, voz y guitarra; Juan Ponte, guitarra, piano, sintetizadores y coros; Naomi Suárez, a la viola; y Jandro Gallego a las percusiones.

«Este trabajo era una cuenta pendiente con Ángel», expresaba su amigo. «Ya pasaron veinticinco años y las canciones son vieyes, no son de ahora, están escritas hace tiempo, pero de alguna manera todo, la propia existencia del grupo, está relacionado con él. El propio tema que abre el disco 'Ángel' está en el germen de la banda, se grabó en una maqueta del 2004 y ahora volvió a entrar en el repertorio», relataba. La propia voz poética de Parrilla aparece en el libro de arte, diseñado por Goyo Martínez, con el único texto que publicó en vida. A su lado los versos de otros dos cómplices de aquellos tiempos de sueños rotos o por cumplir, en torno a la facultad de Filología: los escritores Xandru Fernández y Ricardo Menéndez Salmón. «En aquella época éramos todos amigos. Ellos son un poco mayores que Ángel y yo, pero compartíamos inquietudes, colaboraciones, salir de fiesta, les coses que haces en esos años. Sabía que-yos iba a prestar estar en este proyecto. Y es que al final ves que, en toda historia que empiezas, las cosas acaban encajando porque están todas encima de la mesa y lo único que hace falta es juntarlo», explicaba el bajista de Losone.

Llaneza y Parrilla eran compañeros inseparables desde su infancia en Turón. Ambos compartían fascinación por el último filme del cineasta candiense Jean Claude Lauzon 'Léolo' (1992). Años más tarde, una frase recordada de esa película, «Porque sueño no lo estoy, porque sueño no lo soy», prendió la chispa inicial del proyecto musical de Losone. Ahora, como apunta el primero, todo encaja y el círculo vuelve a cerrarse -o a abrirse- con el disco-libro que evoca al amigo ausente. En el concierto, su presencia fue explícita en los temas del álbum, pero también en la atmósfera creada por el conjunto de las canciones que irían sonando.

Abrieron con los temas iniciales de sus primeros discos, entre el aliento oníricode 'El domador de sueños' y la contundencia hipnótica de 'Umbilical', para seguir viajando por canciones como 'Recuerdo latente' -con Lucía&Diego a los metales-, 'Hoy como ayer', el germinal 'Niño Losone' y una despedida a la altura de las emociones con 'La piel'. Losone en esencia y hechizo memorables, una vez más.