«Las redes sociales son muy puñeteras»

–¿Cómo va su salud?

–Muy bien, fuerte como un roble y con muchas ganas de ir a Gijón. Y aprendiendo a delegar, porque esto vino de que el trabajo de oficina de ocho personas lo hacía yo solo. Derivó en tensión alta y de ahí al cardiólogo. Los conciertos está chupao y es lo que nos gusta.

–Hace unos días su nariz se hacía viral.

–Con la que está cayendo con la Dana, me da hasta vergüenza hablar de ello, no sé de donde lo han sacado, seré Pinocho ahora, no sé (risas). Si a la gente no le gusta mi nariz o mi pie izquierdo, ya se les pasará. Es lo que tengo.

–Aludía a la Dana y, ya que vendrá a Asturias, ¿sigue pensando que Íker Jiménez y Ángel Gaitán merecen un Premio Princesa?

–No soy quien tiene que decidirlo, pero sí me gusta recalcar que ha hecho un buen trabajo. Lo dije en un vídeo porque Íker es amigo y encima de que intentan ayudar les machacan. No tiene más polémica. Quería alabar que lleven comida a Valencia, igual que están ayudando ciudadanos, militares, Guardia Civil. Es que las redes sociales son muy puñeteras. Prefiero pasar página y hablar de Andy y Lucas.

–¿Le duele que se hable más de sus polémicas que de su música?

–Ahí está el arte de cada uno. Esto tiene fácil solución, o no haces entrevistas o no hablas o te dejas llevar. Asimilo que esto forma parte del negocio. Mientras no toquen a mi familia ni crucen una línea roja, no me afecta.

–¿Le trajo cuenta proclamar aquello de «ni progres ni fachas»?

–Son cosas que decimos como algo humorístico, no nos ponemos en plan político. La gente creo que lo ve así también. Uno aprende que en cuanto hables de política pierdes la mitad del público, por eso no lo hago. Primero porque no tengo idea y no soy de ningún color, soy más de causa. Ni de izquierda ni de derecha, ni de arriba ni de abajo. Prefiero hablar de lo nuestro, que es de lo que sé.

–¿Cómo va la gira?

–Espectacular, muy efusiva, con mucho cariño del público. Sabíamos que se nos quería pero no a estos niveles, parecemos los sobrinos de todo el mundo, por la calle todos nos paran. Estamos disfrutando muchísimo.

–¿Sus canciones tienen competencia en la música urbana o su público no está ahí?

–Nos viene bien. Entras en cualquier sitio y suena reguetón, la gente está un poco cansada y quiere otro tipo de música. Eso explicaría los llenazos que estamos metiendo. Aunque respeto el reguetón, por supuesto.

–En esta despedida, si hacen balance, ¿de qué se sienten más orgullosos?

–De ser muy naturales, hemos llevado una carrera como hemos querido y bastante exitosa, a la vista está. Y de que hemos pasado dejando un legado. Porque Andy y Lucas te gusta o no te gusta, esta claro. Superagradecidos a ese público que nos acompañó tantos años.

–¿Y algo de lo que se arrepientan?

–Seguramente de muchas cosas para poder aprender. Creo que el destino quiso así todo lo que ha sucedido y está sucediendo. Eso es lo que tiene que quedar.