El Gijón Sound echa el cierre tras tres días de lleno
El festival celebró su último día con una sesión vermú en la plaza Mayor en la que actuaron Magali Datzira y Kamikaze Helmets
El Gijón Sound echó ayer el cierre a la carpa de la plaza Mayor después de tres días encadenando llenos. Lo contaba, con una sonrisa ... dibujada en la cara, uno de sus organizadores, José Manuel del Olmo: «El viernes se agotaron las entradas y el sábado y el domingo por la mañana también se completó el aforo», se enorgullecía. Eso supone que, en cada uno de los pases, desfilaron por el festival aproximadamente 800 personas. Un dato al que Del Olmo restaba importancia porque «si nos quedamos solo con las cifras, seríamos un Excel», se reía.
Él entonces hacía hincapié en el «valor emocional» de citas como esta, en las que se reúne gente de todas las edades y los ves cantando y bailando «felices». Tenía razón en lo que decía porque ayer –como el viernes y el sábado– la plaza del Ayuntamiento estuvo abarrotada de público y de buen ambiente. Los niños sobre los patinetes se mezclaban con adultos de cualquier edad que ayer no quisieron perderse el concierto de Magali Datzira, el grupo encargado de romper el hielo en la última jornada.
Su vocalista barcelonesa se subió a las tablas con su estilo rompedor y un contrabajo. Presentó una propuesta que combina los aires del jazz con ecos de funk, pop electrónico, sonidos intimistas y mediterráneos y hasta con ritmos urbanos. El público bailó con su propuesta, la disfrutó y la aplaudió en títulos como 'Casida de la rosa', 'Fruites' y 'Des de la cuina'.
Fue un concierto de esos que presta escuchar y que dejó paso a la energía rock and roll de Kamikaze Helmets. Este grupo madrileño hizo gala de su espíritu cañero, con influencias de blues y funk y con el recuerdo de algunos inolvidables como Led Zeppelin. Con sus temas 'Break Through', '...Hey Man' y 'Tokkotai', el público saltó y celebró el valor del Gijón Sound y de su apoyo constante a la música independiente.
Ese agradecimiento se fue repitiendo durante todo un fin de semana, en el que aproximadamente disfrutaron del festival 5.000 personas entre la Sala Acapulco y la plaza. En estos dos escenarios se sucedieron los éxitos con Izaro, Iseo & Dodosound, Mango Wood, Guadalupe Plata, Los Estanques, Santero y Los Muchachos y Calizo. Todos ellos dejaron el listón por las nubes y, para poner el broche de oro, en el Hotel Asturias –ya por la tarde– Early Brothers dio un concierto gratuito, en el que camparon a sus anchas los temas clásicos de Elvis, Roy Orbison, Sam Cooke.
Con ellos, se acabó lo que se daba hasta que el año que viene los ecos del Gijón Sound vuelvan a resonar en la ciudad de día y de noche, dejando claro que la música mueve montañas y que se disfruta más todavía en buena compañía y con los litros de cerveza corriendo por la pista de baile, en la que el público se entregó.
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