«Se puede ser libre en la música, pero eso lleva implícitas muchas renuncias»
Mayte Martín | Cantaora ·
Llega el viernes al Auditorio con la OSPA y Joan Albert Amargós con su 'Tempo Rubato', un diario sonoro musical y sentimentalM. F. ANTUÑA
GIJÓN.
Miércoles, 3 de febrero 2021, 03:12
Iba a ocurrir en abril del pasado año, pero la pandemia lo ha traído hasta aquí y ahora. El viernes (19 horas), el Auditorio Príncipe ... Felipe acoge el concierto de la cantaora Mayte Martín (Barcelona, 1965) con el maestro Joan Albert Amargós a la batuta de la Orquesta Sinfónica del Principado. Estrena en versión sinfónica su 'Tempo Rubato', un diario de su vida hecho música, y pondrá también voz al 'Amor brujo' de Falla.
-Por fin ha llegado el día.
-Sí. Es un concierto que se ha hecho esperar. Es tan especial. Es la primera vez que trabajo sobre un escenario con Joan Albert, con el que he colaborado durante 30 años. Es una cosa muy importante, entrañable y bonita para mí, porque también es mi primera vez con 'Tempo Rubato' con una orquesta sinfónica.
-¿Qué le aporta una sinfónica?
-Magnitud. Multiplica el sonido, es más impresionante, más rotundo.
-¿Por qué han esperado 30 años para trabajar juntos?
-No se ha dado. Soy una persona que no busco las cosas, dejo que vengan, que se den, que el destino las propicie. Es mi manera de funcionar. 'Tempo Rubato' es un repertorio que se empezó a fraguar hace años, y a medida que iban haciendo las canciones se las iba dando a Joan Albert para que construyese los arreglos. Señala mi evolución como cantante y compositora y la suya como arreglista. La trayectoria de ambos está reflejada.
-¿Cómo van los ensayos?
-Muy bien. Está siendo muy bonito. Somos personas que nos movemos por la ilusión y nos estimulan los retos y perseguir lo más posible la magia. Estamos muy contentos de compartir escenario. Las cosas siempre ocurren cuando tienen que ocurrir.
-22 años de su vida están en ese álbum, que es emoción y amor. ¿Y qué más?
-A nivel profesional marca mi proceso evolutivo como cantante y compositora y, a nivel humano, emocional, personal, mi proceso evolutivo como mujer madura. No he amado lo mismo a los 18 que a los 50. Es mi diario sonoro.
-Y tampoco canta igual.
-Hay una evolución en la manera interpretar, de sentir las canciones.
-¿Hacia dónde va ahora?
-Yo sigo el camino. Soy una persona que se deja llevar por el destino, iré donde la vida me coloque, no suelo llevarle la contraria.
-¿Cómo le ha tratado el destino?
-A veces bien, a veces mal. Si hago un balance no me puedo quejar. Nunca me he alejado de los dictámenes de mi corazón, nunca he hecho nada que no quisiera, ni he dejado de hacer nada que quisiera hacer. Lo más importante es la libertad y la honestidad.
-Ha dicho que «solo somos libres en el amor y el arte». ¿No nos hacen también esclavos?
-Depende a quién. A mí no. Habrá quien le esclavice, habrá quien a través del arte tenga una meta que tiene más que ver con lo comercial y lo artístico, pero para mí eso no existe, solo existen metas que tienen que ver con lo emocional. Mi único fin es seguir haciendo lo que hago de una manera más profunda y que mi recorrido vital se vea reflejado. Si el arte lo vives como arte y el amor como amor, con los atributos que tienen ambas cosas, no te esclavizan
-Pero siempre hay algo de sufrimiento en la creación.
-Yo no lo conozco.
-¿Y cómo lo hace?
-No sé. Depende de las prioridades que cada uno tenga en la vida, la mía es la libertad.
-¿Y se puede ser libre en la música y no morir en el intento?
-Yo no he muerto. Se puede ser libre, pero la libertad lleva implícitas algunas renuncias.
-Como por ejemplo.
-A lo mejor no llegas a ser tan popular, tan famoso, a tener un caché tan alto, pero para mí eso es secundario, para mí lo primordial es ser íntegra, por mí misma y por respeto a lo que hago.
-¿Un diagnóstico del flamenco?
-Hay grandes voces, grandes posibilidades, pero yo creo que a la gente en general le falta criterio individual, hay una especie de criterio colectivo que aplasta a todo el mundo, artistas, públicos, managers. Es el concepto de rebaño. Hay grandes voces y gente con posibilidades, pero poca gente que haga con eso algo auténtico.
-¿En el flamenco y en todo lo demás?
-Exacto. El secreto de todo esto es hacer arte como si no te ganaras la vida con ello, como si tuvieras una cuenta corriente con muchos millones de euros.
-Pero hay que comer.
-Si no pudiera ganarme la vida de la manera que lo hago, tendría un trabajo que me diera de comer y luego haría lo que quisiera.
-¿Tiene algo nuevo por ahí?
-Ando liada en sobrevivir. No estoy demasiado creativa. Todo lo que está pasando cambia el ánimo y el color del alma.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión