Lila Downs. Cantante, compositora y antropóloga

«Tenemos que seguir peleando y cantando para conseguir la igualdad»

–Va a acompañarla Rodrigo Cuevas en este concierto, ¿cómo se conocieron?

–Vino a nuestro espectáculo en el Auditorio Nacional de México hace un año. Fue muy especial conocerlo porque ya me habían hablado de su arte y ahora me propuso cantar juntos un tema tradicional asturiano, que se llama 'Los mandamientos de amor', y que es muy cómico. Rodrigo además estuvo conmigo una semana en Oaxaca y conoció mi cultura y mi entorno. Fue una experiencia hermosa, lo admiro profundamente.

–En España la música tradicional está resurgiendo, ¿ocurre lo mismo en México?

–Totalmente. Tengo muchos compañeros que están en esa reinvención de la tradición y en ese camino de hacer el folclore más bailable y más accesible para que sobreviva. A veces me preguntan si hay peligro por hacer eso, pero yo creo que no se desvirtúa, al contrario, es una alegría ver que la tradición sobrevive y que nos gusta.

–Sacó un EP con Niña Pastori y con Soledad Pastorutti, 'Nunca me fui', ¿cómo fue la experiencia de juntarse tres artistas tan distintas entre sí?

–Fue muy lindo porque las tres tenemos muchas cosas en común, hemos batallado mucho por proteger nuestra raíz y combinarnos todas, al principio, fue un poco difícil, pero ahora nos damos cuenta de la valentía de las tres. En el folclore hay que nadar a contracorriente porque hay quienes piensan que este género de música es para cantarlo en tu barrio y no entienden la manera en la que lo hacemos nosotras. Ojalá podamos hacer una gira las tres juntas dentro de poco tiempo.

–Tiene conciertos este verano en lugares muy dispares como Finlandia, que no se parece en nada culturalmente a México, ¿cómo la reciben en sitios?

–Ahí es bien importante traducir un poquito al inglés, no te queda otra, pero lo fascinante es que, aunque no se entienda el contenido de la canción, la gente se conecta por la mera intención, el alma, la musicalidad. Ahí es donde se muestra la fuerza del arte. He tenido incluso conciertos en China (risas).

–¿Esa reivindicación que hace usted de la cultura mexicana, de sus raíces, sirve para plantar cara al racismo que vuelve a estar en escalada?

–Claro, este es nuestro traje a prueba de balas, es nuestra manera de defendernos y de hacer que las personas piensen y razonen un poco sobre los prejuicios que tienen. Hemos tenido la oportunidad de cantar en sitios diferentes en los que a veces el público no me conoce, pero cuando les hablamos de nuestra raíz y de nuestra historia, se quedan contentos y les gusta conocer nuestra cultura.

–Siempre se habla de los feminicidios en México, ¿también es importante hablar en las canciones de esta situación que sufren muchísimas mujeres en el país?

–Hay que escribir muchas canciones sobre esto porque es necesario ir cambiando actitudes y todavía nos falta mucho. En España y en México nuestros varones –de varias generaciones– han sido educados para ser valientes, fuertes y protegernos, pero eso conlleva también todo un lado de adjudicarse la violencia, de permitirse tener una faceta que no saben mesurar y que no saben dónde se pinta una línea: hay que respetar al sexo femenino. Tenemos que seguir peleando y cantando por la igualdad.

–¿Está ya trabajando en nuevas canciones o se centra en la gira actual?

–Estoy centrada ahorita en el disco que he hecho, que todavía no ha cumplido el año. Hay algunas canciones que ni siquiera las he cantado en vivo, me daré esa oportunidad de hacerlo en esta gira en la que estaré en España. Interpretaré algunos más de estos temas actuales y, aparte de eso, ya estoy componiendo algunos temas nuevos, que están inspirados en el algodón originario de mi tierra. No sé qué estilos musicales tomarán estos temas que estoy haciendo ahora, pero me encanta estudiar el mundo biológico de mi comunidad. Los niños y los jóvenes tienen que ser conscientes de lo que hay que proteger y cuidar.