Nace una asociación que impulsa que se garantice en la ley la música en directo

No es este el primer intento de hacer una regulación ad hoc. De hecho, hace ya unos años hubo un movimiento cultural con el mismo fin y hace un par de años una reforma de la normativa se quedó en un cajón. No es, por tanto, nueva esta historia pero parece que en este momento se están empezando a mover las cosas. Esa denuncia contra el Ayuntamiento de Gijón a través de Divertia y la sentencia que está a punto de llegar han hecho que comience un movimiento potente en redes que ya se ha concretado con las primeras reuniones y la constitución oficial –podría ser esta misma semana– de la asociación que presidirá Cristina Sánchez y que agrupa en este momento a doscientos artistas y treinta establecimientos hosteleros de toda Asturias.

Asturias de Noche denunció ese programa de Divertia que propiciaba la música en los locales y desde la entidad se espera la sentencia para aprobar las bases de la convocatoria de este año, paralizadas mientras tanto. En función de lo que diga el juez, tratarán de adaptarse, porque entienden desde Divertia que no son en absoluto competencia de los locales de ocio nocturno, puesto que sus actividades se desarrollan en horario diurno.

Ese es el quid de la cuestión también para la asociación que impulsan músicos como Rafa Kas o Kike Suárez, que conocen bien ese universo musical de pequeños locales. ¿Quién no ha visto a Rafa Kas alguna vez en directo con su guitarra? Pues es él quien explica con claridad meridiana lo absurdo de la situación creada, a su juicio, por los empresarios del ocio nocturno, que han planteado esta suerte de guerra contra la música en directo como un problema de competencia cuando no lo es. Porque además, subraya Kas, que en realidad los empresarios no hacen música en directo sino que la sirven en la inmensa mayoría de los casos enlatada, y porque además quienes se mueven en ese circuito de locales pequeños no van acudir a las discotecas. Son, en su opinión, públicos no coincidentes. Nadie por tocar en un garito le roba público a una discoteca, entienden desde la asociación. «Nosotros no estamos negando que lo que ellos hacen no sea cultura, pero reivindicamos tener el derecho de tocar en un bar mientras no se moleste a nadie, siempre que se ajusten a una serie de decibelios y a un horario razonable, porque eso es cultura», señala el célebre guitarrista.

Desde Asturias de Noche, por su parte, aseguran que el litigio abierto con Divertia ha sido fruto de la falta de negociación del Ayuntamiento y subrayan que no están en contra del impulso cultural ni de los músicos, pero que las actuaciones deben ajustarse a la Ley de Espectáculos Públicos.