'Volver a empezar' vuelve en pantalla grande

La periodista Montse Martínez ofició de maestra de ceremonias en el coloquio previo a la proyección, acompañado por la música en directo del cuarteto de cuerda Arpegio, que dio vida a una pequeña parte de la banda sonora de 'Volver a empezar', mientras las imágenes del Gijón de principios de los ochenta llenaban por completo la pantalla de recuerdos para muchos y de descubrimientos para otros rostros más jóvenes que no habían nacido cuando Garci grabó, estrenó y ganó el primer Oscar para el cine español.

Con Martínez, los periodistas Luis Miguel Piñera y Marcelino González y el exjugador del Real Sporting Joaquín Alonso, que fueron testigos de excepción del rodaje de la película y de su estreno, tal día como ayer de hace 40 años en el Teatro Arango con tres sesiones, y de cómo la ciudad ha cambiado de entonces a hoy. El propio Garci lo apuntaba en un vídeo previo que se emitió en pantalla grande y en el que reafirmó lo obvio: «Ese Gijón no existe pero va a existir siempre».

Tal cual. En la pantalla se vio. Y se escuchó en las palabras de Luis Miguel Piñera: «La ciudad cambió mucho para bien», dijo con el convencimiento de quien ha vivido la evolución urbana. También vio cómo la película en sus primeros pases en pantalla se advertía de manera diferente: era entonces para los gijoneses una mezcla de realidad y ficción. Se hablaba en la sala, reconociendo estampas y gentes en el estreno y en las semanas siguientes, en las que la cinta no acababa de gustar del todo, como se encargó de recordar el periodista jubilado de EL COMERCIO Marcelino González. «A la gente le gustaba ver Gijón, pero es un melodrama y el melodrama no es para todo el mundo», relataba.

Vivió este cinéfilo el rodaje y todo lo acaecido a su alrededor de una manera muy cercana. «Uno de los primeros pasos que dieron Garci y su equipo fue ir al periódico para pedir que se hiciera la famosa portada», relató González, sobre aquella tirada especial que informaba de la vuelta a Gijón del Premio Nobel Antonio Miguel Albajara. «El entonces director, Francisco Carantoña, me encargó a mí llevar la información y tuve la oportunidad de convivir con el equipo», resumió. Él incluso aparece en pantalla, puesto que ejerció de extra en una de las escenas de la película. Claro que hizo carcajearse al público al retarle a encontrar su estampa 40 años atrás en las imágenes que verían a continuación.

El rodaje no dejó a nadie indiferente en aquel otoño de 1981. Era imposible no verlo en algún momento o algún lugar. No era como ahora, todo era más rudimentario y fue complejo para el equipo en ocasiones lidiar con el interés popular para ir componiendo una película que tenía como protagonista muy especial al Real Sporting de Gijón. Y allí estaba el futbolista Joaquín Alonso para rememorar las grabaciones en Mareo y el partido contra el Atlético de Madrid que ganó el Sporting 3-2 y en el que él metió un gol. Aunque la película no inmortalizó ese instante, él no lo olvida. Como tantas cosas: «Yo creo que en ese momento nosotros no éramos conscientes de la importancia que tenía». No sabían entonces que dos años después se iba a llevar un Oscar y el equipo estaría en pantallas multinacionales. Mira ahora con «nostalgia y alegría» aquellos días: «Recuerdo que había muerto la madre de Jiménez y que nos pitaron un penalty en el último minuto que paró Claudio», relató el exfutbolista.

Se desgranaron anécdotas, como el lugar al que el equipo acudía a diario a comer en la calle San Bernardo de Gijón, ubicado donde ahora se halla el Globo, o cómo la casualidad quiso que un grupo de músicos tocara en la calle 'Begin the Beguine' de Cole Porter justo cuando el director y la actriz protagonista pasaban por allí, en las inmediaciones de Begoña. Ayer sonó de nuevo sobre el escenario.

Todo ese pasado estuvo presente en una cita en el Jovellanos a la que asistió buena parte de la Corporación municipal y en la que Marcelino González quizá dio con una sola palabra exacta para definir lo visto: «Arqueología». Pero el ayer es parte del hoy y mira al futuro. «La película es un símbolo de la historia de nuestro país», afirmó la alcaldesa Ana González. Porque, además, hoy más que nunca conviene clamar lo evidente: «Siempre es posible volver a empezar».