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Alfonso Alonso
OVIEDO.
Lunes, 17 de febrero 2025, 01:00
No fueron suficientes los esfuerzos del Alimerka Oviedo Baloncesto en su duelo frente al Real Betis Baloncesto en Pumarín, viéndose obligado a ir a ... remolque, sin posibilidad de meter la suficiente presión al conjunto rival. Los jugadores carbayones tiraron más de corazón que de cabeza y tal vez confundieron la virtud de tratar de jugar rápido con el defecto de jugar precipitado. A su vez, cualquier mínima opción que tuviesen los de Javi Rodríguez de voltear el marcador era evaporada de inmediato de contrario, con el añadido de la penitencia de sus visitas al tiro libre, que, lejos de ser una oportunidad, fueron una losa desde donde dejaron escapar doce lanzamientos.
ALIMERKA
Nweke (15), Duscak (3), Sanz (11), Martí (0), Lobaco (6) – quinteto inicial – Valinotti (17), Menuge (1), Amarante (0), Álvarez-Tirador (-), Langarita (6), Cosialls (9).
68
-
78
REAL BETIS
Hugues (28), Benite (14), Kasibabu (4), De Bisschop (4), Renfroe (3) – quinteto inicial – Ruiz (-), Cvetkovic (2), Olumuyiwa (14), López de la Torre (0), Jelinek (9)¸Suárez (-).
Pocos secretos guardaba para cada equipo su respectivo rival, pues, con la cita de ayer, era ya la cuarta ocasión (dos de Liga y dos de Copa) en la que medían fuerzas esta temporada (ganados los cuatro, con este, por los sevillanos). Y con dicha circunstancia se puso en marcha un primer juego presidido por la igualdad, con los locales basándose, especialmente, en el certero inicio de Mikel Sanz con dos triples y los visitantes jugando cómodo con un estelar Renfroe repartiendo juego.
El primer estirón serio en el marcador se producía en los últimos tres minutos de cuarto cuando una canasta de Hugues, un 2+1 de Olumuyiwa y dos tiros libres de Jelinek marcaban un parcial de 0-7 que clausuraba el cuarto con 15-23 visitante. Tomaban los béticos el mando de un partido que, pese a aún restarle tres cuartos, ya no soltarían.
Continuaba el partido con unos siguientes minutos en los que el Real Betis no se escapaba, pero en los que tampoco se acercaba el Alimerka Oviedo, que tiraba del acierto de Valinotti. El visitante Mark Hugues se sentía muy cómodo sobre el parqué ovetense y era el primer jugador en alcanzar el doble dígito en el choque (22-30). De dulce, el americano abría brecha y Javi Rodríguez detenía el partido (25-36).
Sin embargo, la precipitación hacía mella y las decisiones arbitrales no eran bien acogidas por momentos. Un manotazo de Kasikabu sobre Cosialls en un forcejeo no era apreciado como falta, pero sí se señalaba como tal la siguiente acción de Lobaco, lo que hacía subir los decibelios en Pumarín. El Real Betis sabía leer perfectamente la situación y ponía pies en polvorosa con un triple de Vitor Benite a menos de dos minutos para el descanso (25-41). Dos triples de Lobaco y Sanz cerraban la primera mitad (31-41) no sin antes clamar de nuevo al cielo la parroquia local al considerar en tiempo la última canasta de Langarita. Sin embargo, los puntos no subieron y la contienda se fue a vestuarios.
La segunda parte, poco cambió el guion del encuentro. Tiraba de garra el Alimerka Oviedo en un buen tercer cuarto a nivel ofensivo, en el que un rocoso Ike Nweke sería su referencia anotadora. Por su parte, el Real Betis hacía gala de la indudable calidad individual de sus jugadores y ponía límite a los aproximamientos ovetenses, que, a base de esfuerzo, rebajarían a tan solo cinco puntos su desventaja a final del tercer cuarto (56-61).
Se llegaba vivo al último cuarto, pero los de Javi Rodríguez no tuvieron el acierto requerido para llevarse el triunfo. El exceso de ganas les castigaba, los balones se perdían y los tiros libres, como en el resto del choque, no entraban. Endosaban los visitantes un doloroso parcial 0-6 de salida (56-67) que, a la postre, sería definitivo.
El Real Betis leía a la perfección lo que el partido proponía y con un ejercicio de temple y paciencia cuando la situación requirió, supo hacer suyo un partido que dominó prácticamente en su integridad. Hugues puso la guinda para los béticos con sus seis triples y veintiocho puntos, siendo el MVP del partido y el antídoto letal para que la racha de victorias del OCB tocase a su fin justo antes del parón de la competición por las próximas 'ventanas FIBA'.
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