El Liberbank Oviedo no tiene freno

El Liberbank Oviedo Baloncesto sigue en un momento de gracia, y completó una semana perfecta en Pumarín, después de un nuevo recital de juego ante uno de los mejores equipos de la LEB Oro, el TAU Castelló.

Los ovetenses repitieron, 72 horas más tarde ante su público, la misma exhibición de poderío que ante el Palma, imponiéndose en esta ocasión por 91-77 al cuadro castellonense, el cual estuvo en todo momento a expensas del ritmo que marcaron los jugadores de Natxo Lezkano.

El buen momento de forma por el que atraviesan los azules se plasmó ya desde los primeros minutos del choque, con un parcial de inicio de 8-2, gracias a un gran trabajo defensivo que desesperó a los jugadores de Toni Ten, quienes sobrevivían a base de los puntos desde la línea del tiro libre, con un doce de doce en el primer cuarto.

Por su parte el buen ataque interior de los locales, con unos sobresalientes Marc-Eddy Norelia, muy entregado durante todo el partido, y Hervé Kabasélé, propició que rápidamente la ventaja se fuese por encima de los dígitos. Aunque el primer cuarto se cerró con el 24-15 en el electrónico de Pumarín.

La llegada de las primeras canastas desde la línea de 6,75 para los ovetenses hizo que la renta local se disparase hasta los diecisiete puntos (41-24), a poco más de dos minutos para el descanso.

Con el partido a punto de romperse a favor del Liberbank, los de Ten tuvieron un atisbo de reacción, que llegó parejo a la primera canasta de dos de los castellonenses en todo el partido. Los azulejeros firmaron un parcial de 2-7 en los dos últimos minutos de la primera parte, con la que redujeron las distancias, llegando en el arranque del tercer cuarto a romper con la barrera psicológica de los dos dígitos, al situar el marcador en el 43-34.

Un triple de Alexis Bartolomé rompió la racha visitante, la cual sirvió de motivación para Elijah Brown, que con ocho puntos consecutivos encaminó a los suyos a alcanzar la máxima ventaja del encuentro, diecinueve puntos (56-37), lo que obligó al entrenador visitante a pedir un tiempo muerto para intentar enmendar el vendaval carbayón.

Ese parón, junto al aumento de la intensidad en defensa del Liberbank, lo que sobrecargó de faltas a sus jugadores, volvió a equilibrar la balanza, aunque sin que la diferencia se redujese de los once puntos, teniendo los de Lezkano controlado en todo momento el partido.

Un buen comienzo del cuarto decisivo por parte de Micah Speight, con un triple y una canasta de dos, espoleado por los trescientos espectadores que acudieron a disfrutar de su equipo en Pumarín, llevó a Toni Ten a pedir un nuevo tiempo muerto.

Con la tranquilidad de saber que el partido ya tenía un dueño claro, la intensidad ofensiva del Liberbank se redujo en ciertos momentos, con varios ataques precipitados y lanzamientos no liberados, lo que no gustó al técnico de Portugalete, ya que además de la victoria estaba en juego el basketaverage.

En cambio los castellonenses supieron leer ese segundo objetivo, y entre Edu Durán y Tomas Pavelka lograron maquillar el resultado en los compases finales, para pasar del 86-68, al definitivo 91-77 con el que se llegó al final. Poniéndose de esta manera el brocho de oro a una Semana Santa del sueño para los intereses de un humilde Liberbank, que es actualmente el equipo más en forma de toda la categoría, y que puede atreverse a soñar con metas mayores.

Como ya sucediese el jueves, hasta cinco jugadores ovetenses lograron dobles dígitos en la valoración, Hervé Kabasélé (12), Óliver Arteaga (18), Elija Brown y Micha Speight (19), y Marc-Eddy Norelia, quien con 25 tantos de valoración fue a su vez el MVP del partido.

Por parte del cuadro de Toni Ten su hombre más destacado en Pumarín fue Arnaud Adala Moto, con veintidós puntos de valoración.

Con esta victoria el Liberbank Oviedo mantiene su paso firme por la fase de ascenso, donde sigue invicto con cuatro triunfos consecutivos, lo que asienta a los de Lezkano en la zona media de la tabla. Los azules son actualmente terceros, a expensas de los que haga esta tarde el Granada en su visita al Pisuerga, con un balance de siete victorias y cinco derrotas. Pero lo más importante es que cuentan con tres triunfos de margen sobre el octavo clasificado, que es precisamente el Valladolid.

La semana que viene el cuadro carbayón cerrará la primera vuelta de la fase por el ascenso con la visita, el sábado, al Palacio de los Deportes de Granada, en lo que será un duelo directo con los nazarís por la tercera posición.