La Vuelta a España se retrasa hasta noviembre
El comienzo del Tour de Francia el próximo 29 de agosto obliga a posponer el inicio de la ronda española mientras el Giro busca encaje en octubre
VÍCTOR M. ROBLEDO
GIJÓN.
Jueves, 16 de abril 2020, 00:09
Las tres grandes vueltas ciclistas se fijan cada año en el calendario como citas clásicas que trascienden de lo estrictamente deportivo. El paso del pelotón profesional por las calles de los rincones más recónditos de Italia, Francia y España es motivo de alegría incluso para aquellos que no tienen más contacto anual con el mundo de la bicicleta que esos pocos segundos en que ven pasar a los ciclistas frente a sus casas. Mayo, con la sensación del verano inminente, es el mes de Giro; las tardes de julio son para el Tour, y el periodo de vacacionesparece que no termina del todo hasta que la Vuelta llega en Madrid en septiembre y el ganador se viste de rojo junto a la Cibeles. Así ha sido durante muchos años, pero no lo será en este 2020. El Tour hizo ayer oficial que retrasa su comienzo por la crisis del COVID-19, un anuncio que provoca un efecto dominó en el resto de vueltas.
En las últimas semanas, el objetivo tanto de organizadores como de la UCI y de los equipos ha sido salvar el Tour de Francia, la prueba sobre la que gira todo el calendario anual. El máximo organismo mundial del ciclismo también anunció ayer que todas las competiciones quedan suspendidas hasta el próximo 1 de julio.
El Tour tenía fijado su comienzo solo tres días antes, el 27 de junio. Ahora, la gran ronda francesa pasará a celebrarse entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre.
En esas fechas estaba inicialmente prevista la Vuelta a España, cuyo arranque no ha sido aún fijado en el calendario. «Estamos conversando con todos los operadores del ciclismo para realizar el encaje de todas las carreras de aquí a final de año. Hoy por hoy no se puede decir cuáles son las fechas exactas de La Vuelta, pero el panorama ha quedado algo más despejado y esperamos y deseamos que antes del 15 de mayo podamos tener resuelto cómo queda el calendario definitivo», explicó ayer Javier Guillén, director de la carrera española.
En principio, la Vuelta se verá desplazada hasta el próximo otoño, con serias opciones de que se celebre entre la última semana de octubre y las dos primeras de noviembre.
Antes se celebrará el Giro de Italia, cuyo arranque debería fijarse pocas semanas después de la finalización del Giro. La intención es comprimir al máximo el calendario y desarrollar en cuatro meses el mayor número posible de pruebas. Las cinco grandes clásicas del ciclismo -Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y Tour de Lombardía- podrían coincidir en fechas tanto con el Giro como con la Vuelta. El Mundial se celebrará en Suiza el fin de semana del 26 y 27 de septiembre, solo una semana después del término del Tour.
La opinión de los asturianos
Los corredores asturianos acogieron con agrado el calendario con el que la UCI, los equipos y los organizadores de carreras esperan salvar una de los momentos más delicados en la historia del ciclismo profesional. «Creo que es una decisión correcta porque así nos da tiempo a prepararnos y que el Covid 19 estará mejor controlado», afirmó Dani Navarro.
Iván Cortina, por su parte, recordó que «el Tour es la segunda competición deportiva más vista del mundo», por lo que su reubicación en el calendario, en este caso, permite al pelotón tener «un horizonte más claro» ante una temporada atípica.