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Espina es una apasionada del deporte, afición que le inculcó su hermano. L. E.
Triatlón

Dos vidas compatibles y extraordinarias

Oro mundial sub 19 de triatlón de invierno, Lucía Espina está becada por la Fundación Amancio Ortega y quiere ser astrofísica

HUGO VELASCO

Miércoles, 7 de abril 2021, 03:04

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La rutina de Lucía Espina (Infiesto, 2004) discurre entre su casa y su centro educativo, donde se forma intelectualmente, y los escenarios de sus entrenamientos y competiciones de triatlón. En ambas facetas, esta deportista asturiana aplica los mismos principios: humildad, trabajo y paciencia. Porque, a sus grandes éxitos en el deporte suma otros aún más importantes con los libros ya que, al igual que cada vez más deportistas hacen, compagina su carrera deportiva con su formación, con la vista de contar con un futuro laboral cuando su carrera como atleta llegue a su fin.

«Personalmente, mis estudios son lo primero. El deporte es algo secundario, que, a pesar de que le tengo mucha estima y que obviamente me esfuerzo muchísimo en ello y lo entreno, es algo que dejo como un extra», señala la joven piloñesa, de dieciséis años, quien recientemente se proclamó campeona del mundo sub 19 de triatlón de invierno en Andorra.

«Fue toda una sorpresa», responde Lucía Espina cuando se le pregunta por su corona mundial. Y con razón ya que la de Andorra fue su primera participación en la disciplina invernal. Una modalidad que se compone de tres kilómetros de carrera a pie, 5,2 kilómetros en bicicleta de montaña y 5,5 kilómetros de esquí de fondo. Su debut, asegura, fue fruto de una conversación, meses atrás, con su hermano Miguel. De hecho, él ya fue campeón de Europa sub 24 de esta modalidad en Etna 2018

Gran parte de la 'culpa' de la pasión de Lucía por el deporte la tiene su hermano. Su entrenador desde que ella tenía doce años. «Empecé a entrenarme más en serio con él y poco a poco me convertí en una 'adicta'», bromea entre risas.

Desde bien joven siempre ha estado ligada al deporte, aunque no de una manera tan intensa como hasta hace cuatro años, cuando debutó en su primera carrera de obstáculos, también conocidas como OCR. Otra modalidad en la que destaca la piloñesa, actualmente clasificada para los mundiales de OCR que tendrán lugar en noviembre en la localidad rusa de Sochi. «El nivel es alto y, si finalmente podemos acudir, ya que dependerá de cómo se encuentren las fronteras por la situación sanitaria, iré a hacerlo lo mejor que pueda», comenta la piloñesa.

Pero, si su trayectoria deportiva es sobresaliente, la académica es de matricula de honor. «Destaco más en el tema estudiantil que en el deportivo», hace hincapié la propia Lucía, que, en octubre del año pasado, recibió el Premio Extraordinario en Rendimiento Académico en la ESO, que el Gobierno del Principado de Asturias entrega anualmente a los cuatro mejores expedientes del ciclo educativo.

Además, de cara a este curso, cuenta con una beca nacional de la Fundación Amancio Ortega Gaona y se encuentra dentro del programa 'College Route', que organiza la embajada de Estados Unidos, con la que mantiene reuniones semanales para realizar diferentes tareas y conocer los procedimientos de acceso a las universidades americanas.

Aunque acaba de finalizar la segunda evaluación de Primero de Bachiller, sus miras ya están puestas en lo que sucederá en poco más de un año. «Quiero irme a estudiar a una universidad de Estados Unidos o de Inglaterra para hacer astrofísica y, a continuación, medicina aeroespacial», indica la joven, que, además de español, habla inglés, francés, chino cantonés y chino mandarín.

Sobre su fórmula para compaginar de manera tan extraordinaria los libros con los entrenamientos, la piloñesa es clara: «Organizarse bien, no perder el tiempo en ciertas cosas e ir a por ello». «Con ganas se consigue todo», añade.

A pesar de su juventud, Lucía demuestra una envidiable madurez y tiene claro cuál es su meta lejos del deporte: «Quiero estudiar en una buena universidad que me guste de Estados Unidos y convertirme en una médica aeroespacial». Y no lo deja ahí. «Que la vida traiga lo que tenga que traer, con toda la ilusión y las ganas porque eso es lo que cuenta al final», añade la triatleta.

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