El Langreo y el Marino sopesan la opción de realizar un ERTE

Habituados a lidiar con las estrecheces de sus arcas, el Langreo y el Marino exploran nuevas fórmulas para subrayar la austeridad que comparten sus planificaciones. La suspensión de la competición de forma indefinida abre un nuevo escenario económico para el que ambas entidades ya mueven ficha.

«Viene una situación complicada», asume Víctor Fernández-Miranda, presidente del Langreo, que a la estela de otros clubes de Segunda B baraja la opción de acogerse a un ERTE (Expedición de Regulación Temporal de Empleo) en la entidad que dirige. «Nos lo estamos planteando, hemos hablado con la plantilla y posiblemente lo hagamos también», señala. Esa medida también la sopesa su homólogo marinista, Luis Gallego. «Estamos hablando con los organismos oficiales y nos vamos a acoger a todos los mecanismos posibles para salir adelante», afirma el máximo mandatario del club luanquín, atento a «la letra pequeña» del ERTE.

Con la gestión en ese plano encomendada a un servicio externalizado de asesoría, el club gozoniego no sufre por el momento el yugo económico del parón competitivo. «No nos va a suponer mucho problema porque somos un club que está al día y tenemos planificado hasta final de temporada dónde vamos a poner el dinero y también tenemos algunas partidas pendientes de cobro», expone Gallego, que ya ha recibido la mitad de la subvención de la Federación Española y antes de que concluya abril percibirá otro 25% del Programa Impulso 23, que en su totalidad le reportará una quinta parte de sus 550.000 euros de presupuesto.

En el caso del Langreo, el porcentaje asciende y supone casi un tercio del total por su participación en la Copa del Rey este curso. «Con el dinero que recibimos de la Federación estamos tranquilos. Está garantizado, lo dijo el presidente», indica Fernández-Miranda en referencia a las declaraciones de Luis Rubiales la pasada semana, cuando garantizó «el cien por cien de las ayudas a los clubes de Segunda B y Tercera».

Con seis de los diez duelos de las últimas jornadas en Ganzábal, que promediaba en los últimos encuentros más de un millar de espectadores, el club estima en unos 3.500 euros las pérdidas en taquilla y otros beneficios durante los duelos en las dos primeras jornadas suspendidas.

El Marino ya ha recibido más de la mitad de la cantidad acordada con la plataforma televisiva del fútbol modesto 'Footters' y tiene un contrato firmado por tres temporadas con ella. Esperanzado en mantener a largo plazo su vínculo con varios patrocinadores, controla la situación «dentro de las apreturas».