Monchi y el Sevilla agitan un mercado de fichajes a la baja

La salida de Bryan Gil al Tottenham Hotspur por 25 millones de euros tras su temporada de explosión en Eibar sorprendió al sevillismo. El joven gaditano es un canterano que apunta maneras para ser una de los mejores jugadores españoles en el próximo lustro y, quizá, podría haber regalado bastantes tardes de gloria al Sánchez Pizjuán. Pero Monchi, uno de los directores deportivos más importantes de Europa, como cada verano, tenía un plan. En los tiempos raquíticos que atraviesa el fútbol español, el exportero del Sevilla ha aprovechado el dinero de la venta de Gil para construir una de las plantillas más completas de la historia de los de Nervión.

Así, en este mercado estival ya han aterrizado en Sevilla cuatro futbolistas de renombre como Ludwig Augustinsson, lateral proveniente del Werder Bremen (10 millones), que competirá con Acuña por el carril derecho; Gonzalo Montiel, lateral izquierdo de 24 años recién llegado de River Plate por 17 millones, una amenaza seria a la titularidad de Jesús Navas; Marko Dmitrovic, guardameta de garantías en Primera tras cuatro temporadas en Eibar, que llega gratis a Nervión tras acabar contrato con el club guipuzcoano; y Erik Lamela, incluido en la operación de Gil, un mediapunta mágico e irregular que maravilló al Pizjuán con un doblete en su debut ante el Rayo en la primera jornada de Liga. Si el argentino encuentra estabilidad en el equipo de Lopetegui, será uno de los futbolista a seguir este curso en Primera.

Estas incorporaciones tejen un plantel ilusionantemente competitivo y equilibrado, compuesto por dos jugadores de élite por posición. Además, en las próximos días se anunciará el fichaje de Thomas Delaney. Tras una gran Eurocopa, el mediocentro danés, aún propiedad del Borussia de Dortmund, llegará a Sevilla por menos de cinco millones de euros. Este equipo de ensueño puede ser completado con el fichaje de Jesús 'Tecatito' Corona, una petición expresa de Julen Lopetegui, que ya disfrutó de la calidad del extremo mexicano cuando entrenó al Oporto. Corona acaba de obtener la nacionalidad portuguesa, por lo tanto resuelve el último fleco que le alejaba de la capital de Andalucía.

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