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Miembros de la peña azul México Isidro Lángara, junto a los representantes de la peña sportinguista La Villa de Quini, reunidos con sus colores y la bandera de Asturias antes del derbi que se disputará el sábado en el Carlos Tartiere. P. V. Q.
«La rivalidad en México es pasional, pero aquí todos somos paisanos»
Derbi asturiano

«La rivalidad en México es pasional, pero aquí todos somos paisanos»

La peña azul Isidro Lángara y la rojiblanca La Villa de Quini vivirán juntas el derbi en el país de Orlegi y Pachuca

JAVIER BARRIO

GIJÓN.

Martes, 13 de diciembre 2022, 19:36

El local se llama 'La Aceituna'. Y se encuentra en Polanco, una conocida área comercial de Ciudad de México. Allí se juntan, discuten, animan, ríen o maldicen cada fin de semana por el fútbol la peña sportinguista La Villa de Quini y la peña azul México Isidro Lángara. A casi 9.000 kilómetros de distancia de Asturias, saltando el Océano Atlántico. Hablan y se expresan con acento mexicano, el que llevan escuchando desde siempre. Pero tienen sus raíces en la «tierrina», de la que presumen con orgullo.

«Tenemos una relación muy buena entre las dos peñas», anticipa Antonio, 'Toño', Palacios Junco, presidente de la agrupación oviedista. Él abre juego en la conversación que mantienen estos dos colectivos con EL COMERCIO, a escasos días de la disputa del derbi asturiano, en un ejemplo de sanísima rivalidad y con el morbo añadido del gobierno mexicano de nuevo cuño al frente de los dos clubes. Sí se han llevado un primer chasco, a partes iguales, porque la Liga no celebrará este año el evento con las dos peñas en el Centro Asturiano de México. «Nos dijeron que no había presupuesto», se encogen de hombros.

Toño Palacios y el incansable Diego Álvarez Bada, presidente de La Villa de Quini, representan como nadie esa rivalidad bien llevada. «Somos amigos desde guajes. Ya coincidíamos mucho en el Centro Asturiano y nos vemos habitualmente. La rivalidad en México la llevamos de forma muy sana y pasional. A tanta distancia de la 'tierrina', todos somos asturianos y paisanos», recalca Álvarez Bada, quien posiblemente esté el sábado en la grada del Carlos Tartiere. No contaba con ello, pero la cancelación de la cita de la Liga le ha terminado de convencer: «Espero poder viajar para ver mi octavo derbi en directo, con público, desde 2017».

Hijos, sobrinos, nietos o bisnietos de asturianos, los integrantes de las dos peñas han arraigado con fuerza en la tierra de Orlegi y Pachuca. La peña Isidro Lángara se empezó a proyectar en 2010 y en la actualidad cuenta con cerca de 150 miembros. Un encuentro casual en un banco de 'Toño' Palacios, que ya de niño había estado en el viejo Tartiere, con el exfutbolista azul 'Chepo' de la Torre, terminó por detonar la idea. «Se venía muchas tardes a hablar conmigo al banco en el que yo trabajaba e hicimos amistad. Él echaba de menos una peña en México...». Y así comenzó la historia. Y ningún nombre mejor para bautizarla que el de Lángara, que vivió una dilatada etapa como futbolista en México.

La peña La Villa de Quini es más joven, pero cuenta ya con cerca de 70 miembros y se deja ver, pese a la distancia, en muchísimos partidos del Sporting. Álvarez Bada, que trabaja en una línea aérea como tripulante de cabina y que tiene su origen en Llanes, tiene siempre en su agenda algún desvío a un campo en el que juegue el equipo de 'El Pitu'. A veces, acompañado por Manolo Martínez, su vicepresidente.

Este verano, los dos dieron la bienvenida al mexicano Jordan Carrillo durante una 'escapada' hasta Mareo. También tuvo tiempo Diego Álvarez de saludar a Izquierdoz y Otero, exfutbolistas del Santos, en Ponferrada. Su sportinguismo es ejemplar. Así, al teléfono de este aficionado llegaron muchas llamadas cuando Orlegi compró el Sporting y el nombre de Alejandro Irarragorri comenzó a popularizarse. Y alguna más cuando, poco después, llegó Pachuca al Oviedo.

Rivalidad Orlegi-Pachuca

«La rivalidad entre Orlegi y Pachuca es muy notoria. No se llevan bien porque aquí en México dirigen empresas rivales que se juegan mucho a nivel económico y empresarial», explica Diego Álvarez en un guiño a la propiedad de Santos Laguna y Atlas (Orlegi) y de Pachuca y León (Grupo Pachuca). «Han coincidido en alguna final de la Liga de México que ha terminado con alguna polémica. Tienen formas muy distintas de ver el fútbol y ahora, con más razón, esa rivalidad crecerá con el Sporting y Oviedo», completa.

Salvo por el viaje de Álvarez Bada, el resto de los peñistas de uno y otro bando lo verán en compañía. Se juntarán. Posiblemente, en 'La Aceituna', su santuario futbolístico en la distancia. «Nos juntaremos, cada uno con su 'playera' (camiseta) y deseando, por nuestra parte, que gane el Oviedo», confirma Toño Palacios, quien añade con humor y el aplastante peso de la última estadística que «los derbis en Oviedo son para el Oviedo; nos falta un poco de gol, pero a ver si conseguimos una victoria por 1-0 ó 2-1».

El presidente de La Villa de Quini es más cauto, receloso con lo que ha vivido en rojiblanco. «Prefiero no dar un pronóstico. Creo que en estos partidos no importa la clasificación y se puede dar cualquier resultado, pero sí que le digo que espero y deseo que esta vez sea la buena, que la suerte esté de nuestra parte y podamos ganar en el Tartiere», cruza los dedos, recordando que «las dinámicas son diferentes tras el cambio de entrenador en el Oviedo, pero creo que será el derbi más parejo de los últimos».

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