El Veriña expulsa a un jugador de quince años que amenazó y agredió al árbitro

Ya estaba alterado desde hacía un buen rato y protestaba todas las decisiones arbitrales, pero, en el momento en el que el colegiado le señaló una falta en contra, terminó por perder la cabeza. Al menos así lo aseguran varios de los testigos presentes. A. O. G., jugador cadete del Veriña, amenazó de gravedad -según refleja el acta, amenazas de muerte- y agredió al colegiado que le expulsó durante el transcurso del partido que el conjunto gijonés disputaba como visitante ante el Arenal C, el pasado sábado, en El Tragamón, y que terminó con victoria local (2-1). El encuentro, correspondiente a Segunda Cadete, transcurría con normalidad hasta que se llegó al minuto 89, cuando se desencadenaron los hechos, en torno a las ocho y cuarto de la tarde.

Según apuntan fuentes del Veriña, el colegiado del partido, Borja Álvarez, señaló una falta en contra del equipo. El joven futbolista, de quince años, volvió a protestar esa decisión y por ello vio la primera cartulina amarilla. Entonces, el jugador perdió los papeles y, según refleja el acta del partido, comenzó a insultar al árbitro, que le expulsó de inmediato. Pero la tarjeta roja no hizo otra cosa que enfurecer, todavía más, al jugador, que arremetió contra el colegiado y lo golpeó en el pecho con los puños, al tiempo que le seguía insultado y amenazando de gravedad.

Fueron varios integrantes del cuerpo técnico del Veriña los que tuvieron que entrar al terreno de juego para retener y tratar de calmar al jugador, que después de unos instantes tomó el camino de los vestuarios. Sin embargo, la trifulca no terminó ahí, ya que en su camino a las duchas todavía tuvo tiempo para encararse con un grupo de espectadores que le habían recriminado su comportamiento. Y eso provocó una nueva tangana, en la que tuvo que intervenir para poner calma un policía que asistía al partido como espectador.

Una vez que el presidente del Veriña, Gonzalo Llano, fue informado de todo lo sucedido, convocó una reunión de urgencia con la junta directiva para tomar medidas ante la gravedad de los hechos. En la sesión, que se prolongó hasta las diez de la noche del sábado, se tomó la decisión de expulsar del club al joven A. O. G., quien había llegado a la entidad rojinegra esta misma temporada.

Del mismo modo, según se afirma desde el Veriña, también se avisó al entrenador del Cadete A de que a partir de ahora no permita que el jugador se entrene con el equipo.

Algunos de los padres presentes en el partido de cadetes entre el Arenal C y el Veriña calificaron lo sucedido como «una vergüenza terrible», mientras que Ricardo Aurelio, delegado del equipo veriñista, explicó que «el chaval tiene mala leche, pero nunca había llegado a esos extremos».

En un comunicado difundido a través de las redes sociales, el Veriña anunció la expulsión del jugador y señaló que el acta del partido redactado por el colegiado «es demoledor». Esta semana también se conocerá la sanción que impondrá el Comité Territorial de Competición al joven cadete.

Desafortunadamente, este caso no ha sido el único de violencia vivida en los terrenos de juego en fechas recientes. Por citar dos ejemplos, cabe recordar que, el pasado enero, el San Juan de La Carisa anunció la expulsión de uno de sus jugadores juveniles cuando agredió al árbitro y a un jugador del Beredi. Más cercano queda todavía en el recuerdo lo que sucedió en el Llanes-Llano 2000 C de Segunda Juvenil, en marzo, cuando un delantero del club gijonés agredió a un defensa rival y después se enzarzó en otra pelea con el padre del agredido, que estuvo a punto de terminar en tragedia, ya que el progenitor se golpeó la cabeza con una barandilla.