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Josh Taylor pugnando con Ivan Baranchyk en Glasgow EFE
El boxeo afronta una semana crucial sobre su presencia en Tokio 2020

El boxeo afronta una semana crucial sobre su presencia en Tokio 2020

El Comité Olímpico Internacional (COI) podría decidir retirarle a la Federación Internacional (AIBA) la organización del torneo de los Juegos por sus numerosos problemas

Eric Bernaudeau

Lausana

Domingo, 19 de mayo 2019, 21:20

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La Federación Internacional de Boxeo (AIBA) inicia una semana decisiva para su futuro, en la que el Comité Olímpico Internacional (COI) podría decidir retirarle la organización del torneo de los Juegos de Tokio-2020. Problemas de gobernanza, sospechas de combates amañados en los Juegos de Rio-2016, un programa antidopaje criticado, preocupaciones sobre su salud financiera... La AIBA acumula problemas en los últimos años. La llegada a su presidencia en noviembre de 2018 del empresario uzbeko Gafur Rakhimov, que luego tuvo que dimitir, fue la gota que colmó la paciencia de muchos.

En diciembre, el COI había anunciado que la organización del torneo olímpico de boxeo quedaba congelada y que abría una investigación sobre la AIBA, que ha atravesado largas y repetidas crisis desde los años 1980. El lunes, varios responsables de la AIBA, entre ellos su presidente interino, el marroquí Mohamed Mustahsane, y su director general, el estadounidense Tom Virgets, están convocados por la Comisión de Investigación, compuesta por tres miembros y presidida por el serbio Nenad Lalovic, integrante de la Comisión Ejecutiva del COI y presidente de la Federación Internacional de Lucha.

Esta Comisión de Investigación, que ha recibido ya las respuestas de la AIBA a más de cincuenta preguntas, someterá luego su informe final a la Comisión Ejecutiva del COI. En base a ese informe, el COI, que se reúne el miércoles con su presidente Thomas Bach al frente, podría decidir que se retire a la AIBA la organización del torneo de boxeo de Tokio-2020. Si la AIBA es finalmente apartada, algo que supondría un hito en la historia olímpica reciente, el COI asumiría directamente la organización del torneo olímpico y también de las competiciones clasificatorias para el mismo.

Perder la organización del torneo olímpico sería un golpe durísimo para la AIBA, que vería también evaporarse la crucial ayuda financiera que aporta el COI una vez cada cuatro años a las federaciones internacionales participantes en los Juegos Olímpicos. En el caso del boxeo, esa aportación está estimada en 15 millones de dólares (13,3 millones de euros). Participar en los Juegos Olímpicos «no es una cuestión de supervivencia, pero sí que es una parte importante de nuestra actividad deportiva», explicó recientemente Moustahsane en una entrevista con este medio.

La AIBA está acostumbrada a vivir en crisis en su época reciente. El paquistaní Anwar Chowdhry, presidente de 1986 a 2006, fue suspendido de por vida en 2007 por malversaciones financieras. Durante su presidencia, varias decisiones de los jueces durante los Juegos Olímpicos se vieron puestas en duda por sospechas de corrupción, como la victoria del surcoreano Park Si-hun ante el estadounidense Roy Jones en los Juegos de Seúl-1988.

Pese a las revelaciones sobre la corrupción de esos jueves, el púgil estadounidense nunca consiguió que le dieran la medalla de oro. Chowdhry fue derrotado en 2006 por el taiwanés Ching Kuo Wu, que se vio a su vez forzado a dimitir como presidente de la AIBA en noviembre de 2017. Los rivales de Ching Kuo Wu, con Rakhimov al frente, le reprochaban una mala gestión económica, algo que el taiwanés siempre negó. Ching Kuo Wu continúa siendo miembro del COI.

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