Un campeón olímpico da el alto
EL COMERCIO acompaña en una jornada de trabajo a Saúl Craviotto, uno de los policias encargados de controlar los desplazamientos
GUILLERMO MAESE
GIJÓN.
Sábado, 4 de abril 2020, 00:07
Saúl Craviotto ya ejerce en Gijón como agente de la Policía Nacional. Incorporarse a su puesto de trabajo «para estar donde mis jefes me necesiten» fue la primera decisión que tomó tras conocerse el aplazamiento de los juegos olímpicos de Tokio hasta el próximo verano. La noticia, adelantada por EL COMERCIO, ha tenido una enorme repercusión como lo demuestra el hecho de que se hayan hecho eco cadenas de radio y televisión generalistas. Mientras, tanto, el piragüista, con rubor, intenta quitar valor a su iniciativa. Entiende que su actuación «era una obligación en la actual coyuntura».
Este periódico ha tenido la oportunidad de pasar un jornada de trabajo junto al campeón, presenciando en primera persona cómo realiza un control de la Policía Nacional, en la avenida de la Constitución. Allí, aseguró estar impresionado por la «colaboración y solidaridad» de los gijoneses durante el confinamiento. Aunque no oculta su «preocupación y agobio» por la situación que está atravesando el país, también anima a atravesar el lance con «paciencia y responsabilidad». Su vuelta tampoco pasó desapercibida para el Comité Olímpico Español (COE) que ayer en sus redes sociales alababa la figura del deportista. «Cuando se necesita, siempre está Saúl Craviotto, ya está patrullando con sus compañeros de la comisaría de Gijón», rezaba el mensaje de la institución deportiva.
«No hay que perder la forma»
El piraguista nacido en Lleida, pero afincado en Gijón desde hace varios años por destino laboral, cuenta en su palmarés con cuatro medallas olímpicas , dos de ellas de oro. Sus metales le hacen ser el segundo deportista español con más medallas olímpicas; el primero es otro piraguista, David Cal. Craviotto será, el abanderado de España en los juegos de Tokio. «Será un honor representar a mi país», asegura.
El aplazamiento de los juegos supuso un gran alivio para él. La falta de preparación durante el confinamiento iba a ser determinante para su rendimiento deportivo. Ahora, con la vista puesta en el próximo verano, Craviotto mantiene una ferrea disciplina en sus entrenamiento. De día policía y de tarde piraguista olímpico. «Hay que procurar perder la menos forma posible».
Sus expectativas, como siempre que acude a una cita olímpica, son muy altas. Y la emergencia sanitaria que atraviesa el país es una motivación más en su preparación: «Espero grandes resultados en 2021, tenemos que dejarnos la piel para darle una alegría a España en los juegos».