«Estoy compitiendo entre los mejores del mundo y eso es un sueño para mí»

–El año pasado ganó la primera prueba. ¿Cómo lo recuerda?

–Tengo un recuerdo muy bonito, para mí fue un subidón. Es verdad que tenía una yegua que competía muy bien y muy rápido en esas alturas. Ahora ya no la tengo, la vendí hace tres meses, pero fue muy bonito y muy especial poder ganar aquí en Gijón, que al final para mí es una ilusión extra. Ya tengo ganas de empezar esta edición.

–¿Qué podemos esperar usted este año?

–Bueno, este año traigo tres caballos, dos de ellos saltan las pruebas grandes del 4 estrellas. Son caballos bastante nuevos, que acabo de incorporar a la cuadra, pero de momento me están yendo muy bien y estoy muy contenta con ellos. Me están permitiendo saltar un poco más grande y estoy intentando consolidarme en estas alturas más grandes. Y luego tengo mi otra yegua, que se llama 'Guapa', que corre las pruebas del dos estrellas. Es una yegua un poquito más verde y no tiene tanta experiencia. La compré con siete años y estoy intentando que mejore poco a poco.

–¿Cómo le va esta temporada?

–Este año cogí mis dos caballos, 'Texas' y 'Pipper' a finales de febrero y, a partir de ahí, estuve dos semanas en la Ruta del Sol. Ahora vengo de estar en Francia un mes y medio largo, corriendo internacionales y algún nacional.

–¿Está cumpliendo sus expectativas de consolidarse en los concursos grandes?

–Sí, totalmente. Estoy muy feliz con estos dos caballos nuevos, que me permiten empezar a saltar grandes. Estoy saltando ya pruebas de 50 y bien, cómoda. Aquí lo que quiero es poder saltar el Gran Premio de 60 del domingo.

–Su entrenador, el jinete olímpico brasileño Pedro Veniss, habla maravillas de usted.

–Empecé hace dos años con él y es un gusto. En mi día a día monto con él en Barcelona y es increíble. Estamos mucho de concurso, pero cuando estamos en casa, solo con poder verlo trabajar en el plano ya aprendo un montón. Además tiene un estilo que me gusta, cómo trata a los caballos y cómo los trabaja. Con cada mínima cosa que me dice, ya noto un cambio brutal y me noto que desde que monto con él he mejorado un montón.

–Arranca ahora un ciclo olímpico ahora, ¿cómo lo ve?

–Mi objetivo es poder participar en unos Juegos. Poco a poco, si tengo los caballos y puedo intentar saltar y sentirme cómoda en esas alturas, pues ¿por qué no?

–¿Qué balance hace de su trayectoria deportiva hasta ahora?

–Ahora que tengo una buena cuadra con cuatro caballos, mirando con perspectiva, sí me acuerdo a veces cuando de pequeña no me querían comprar un pony. Sé que aquella Sira pequeña estaría ahora alucinando con todo lo que he conseguido, con los caballos que tengo y la vida que hago, siempre de concurso, viajando cada fin de semana y pudiendo competir con jinetes olímpicos y de los mejores del mundo. Para mí es un sueño.

–¿Qué le ha dado la hípica?

–Muchísima disciplina. Al final estás con animales, que dependen de ti totalmente. Aprendes a trabajar duro, a saber que si quieres conseguir algo tienes que ser constante. También en momentos difíciles que he tenido que vivir pues, me ha ayudado a abstraerme un poco y poder seguir adelante con mi vida.

–Estuvo el sábado en El Molinón con la camiseta de su padre.

–(Risas) Sí, además era la primera vez que iba a El Molinón. Nunca había estado y esta vez dije, venga, como soy de aquí de Gijón tengo que ir. Fue divertido, aunque empataron, me lo pasé muy bien, Mandé una foto al grupo de familia, que ponía «en el templo» y todos contentos.

–¿Qué tal le va a su padre en París?

–Está muy contento, trabajando duro, pero muy contento. Le gusta París.

–¿Qué le parece la repercusión que tiene cualquier cosa que cuelga en redes sociales?

–Bueno, lo gestiono bien. Al final sé que por ser hija de quién soy tengo más repercusión y que tengo que tener un poco más de cuidado con cualquier cosa que suba o lo que haga en mi en mi vida privada. Estoy acostumbrada a esto desde pequeña. En el tema del deporte, la hípica no es un deporte muy conocido y lo que intento, sobre todo en mi Instagram, es darle visibilidad y que la gente se enganche un poco. A ver si lo voy consiguiendo.

–¿Está involucrada en la Fundación Xana, que su familia ha puesto en marcha en recuerdo de su hermana?

–Soy patrona de la Fundación, junto con mi padre y mi madre. Intento ayudar con los voluntariados con los niños y con las visitas en el hospital. Es un proyecto que ha empezado mi familia con muchísima ilusión y estamos muy contentos de poder ayudar a estos niños y niñas, que lo están pasando mal y a las familias, que también necesitan el apoyo y la ayuda.