Arcelor teme que «el bloqueo de una pequeña minoría» frustre el proyecto de descarbonización
La dirección en Asturias advierte de que sin ese plan «vital», las plantas asturianas serán «inviables»
Sobre una tormenta perfecta derivada de la crisis energética y agravada por la guerra de Ucrania, llega la amenaza de un tsunami dispuesto a arrasar ... con una de los principales pilares de la economía regional. La dirección asturiana de Arcelor envió ayer un comunicado a sus jefes de departamento alertando de que peligra el proyecto de descarbonización de las factorías asturianas y, que si falla, hará «económicamente inviables» las plantas, ya no solo la división de largos, sino toda la actividad. En el texto, se dan dos razones: que la imagen que se transmite «no es de cohesión» para convencer al grupo debido «al bloqueo generado por una pequeña minoría luchando por sus propios intereses», en referencia a los paros convocados por CC OO y CSI, y también que el proyecto no es solo técnico, sino que para que se apruebe «debe tener una justificación económica», y las factorías de la región no están al nivel de productividad del resto de competidores españoles y europeos. De hecho, argumenta que largos lleva perdiendo dinero en el acumulado de los últimos diez años. De ahí que sea en esta división en la que se hayan anunciado las primeras paradas por la escalada de los costes energéticos, del 24 al 28 de marzo la acería de Gijón y alambrón, y carril hasta el 3 de abril. .
No es la primera vez que se pone esa amenaza sobre la mesa, que ha aparecido en otras ocasiones en las que sus números rojos se han hecho más evidentes, pero ahora llega con apremio, ante un calendario muy apretado por el fin de la vida útil del horno alto 'A', previsto para 2024, y la necesidad de aprovechar los fondos Next Generation EU para acometer la transformación de la cabecera gijonesa. El proyecto asciende a 1.000 millones de euros, de los que 500 se esperan de financiación comunitaria.
Así, el comunicado subraya que si no hay una instalación que sustituya al horno alto para mediados de 2024, no habrá suficiente materia prima para abastecer 'finishing', con un consumo de 1,7 millones de toneladas; chapa (0,6 millones) y largos (0,9 millones). «No podremos alimentar a las instalaciones de productos largos y sin estas los costes de productos planos se dispararán», señala, lo que haría inviable todo el conjunto.
El tiempo juega en contra. El proyecto debería presentarse al comité de inversiones en mayo y, una vez validado, hacen falta 24 meses para construir y poner en marcha el horno eléctrico híbrido con el que se prevé modernizar la acería gijonesa, el primer paso del plan descarbonizador, que debería estar listo en 2024, para ya en 2025 arrancar la planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI), que necesitaría que, a la par, se haya desarrollado el proyecto para traer hidrógeno verde que promueve HyDeal.
«Técnicamente el proyecto está dentro de plazo; aunque queda mucho por hacer llegaremos a tiempo para la presentación», apuntaba ayer la dirección asturiana sobre su plan, pero advertía también de que «nadie invierte para perder dinero». Y, entre las recetas para convencer a la multinacional de seguir adelante, pide demostrar que hay «un futuro sólido», centrándose en el bien común frente a intereses particulares; organizar mejor la productividad –simplificar, automatizar, digitalizar y desarrollar sinergias– y encontrar «un acuerdo social global, a la mayor brevedad posible, que lo soporte y que establezca cómo se van a gestionar las salidas», cuantificadas en 970, un 20% de la plantilla. «Nos estamos jugando nuestro futuro», añadió.
Fuentes de la empresa reconocen también que, como un castillo de naipes, si se derrumba el plan de descarbonización podría también caer la alianza de HyDeal. Ayer, su presidente, Thierry Lepercq, aseguró que ya tienen aseguradas 5.000 hectáreas para el proyecto, la mitad de las que necesitan, y que en julio se cerrará la financiación de miles de millones de euros. El inicio de las obras está previsto también para 2024.
Por alusiones, los dos sindicatos convocantes criticaron ayer el comunicado de Arcelor. Así, CC OO recordó que las protestas llevan algo más de un mes, mientras que dicen que la división acumula una década de pérdidas, y señaló que la multinacional quizás no se fía de la dirección asturiana, mientras que CSIcensuró que «se quiera confundir a la plantilla y criminalizar la movilización». Por otro lado, UGT y USO insistieron en la preocupación que suscita la situación y que se aborden las paradas sin el colchón de un ERTE.
Tudela Veguín
Por otro lado, ayer la dirección de la planta de Cementos de Tudela Veguín se reunió con la plantilla para abordar la situación de la factoría de Aboño. Como adelantó este periódico, se pararán los hornos entre ocho y diez días para intentar minimizar el impacto de la escalada de la energía y no habrá regulaciones de empleo, aunque se ha pedido que, en la medida de lo posible, los trabajadores se cojan descansos o vacaciones. Pese a esta medida, la producción de cemento no se detendrá y se mantendrá el suministro. No obstante, el presidente del comité de empresa, Martín Fernández, reconoció su preocupación, ante un aumento de precios desbocado para el que no se vislumbra una solución a corto plazo.
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