Guindos reprende a la banca por la baja remuneración de los depósitos

Durante un Encuentro Financiero organizado por Deloitte y ABC, el vicepresidente del BCE advirtió de que «cuando subimos los tipos de interés, lo hacemos para el activo y para el pasivo». Guindos se refiere a que la finalidad última de la actual política monetaria es un endurecimiento de los costes de financiación, una caída de la demanda de crédito que ya se está produciendo. «Pero también hacer más efectivo el ahorro frente al consumo; Si no suben los tipos de interés de los depósitos, ese canal se ve dificultado», advirtió.

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, también constató durante su intervención en el encuentro que «la trasalación de tipos a los préstamos es inferior a la experiencia histórica, pero marcadamente superior a la traslación en los tipos de los depósitos».

Tanto el BCE como el Banco de España recuerdan además que en la zona euro -donde los depósitos se remuneran ya a una media del 3,02% frente al 2,28% de las entidades españolas- «ya se nota mucho traspaso desde depósitos a la vista a depósitos a plazo«, un movimiento que aún es muy limitado en España.

Según los datos que maneja el supervisor, la traslación del incremento del euríbor en el pasivo es más relevante en los depósitos a plazo de empresas, alcanzando un 45% en agosto. Para los hogares, apenas alcanza el 29% «y casi sin traslación para los depósitos a la vista (2,3% hogares y 9% empresas)». «Estos niveles de traslación siguen siendo menores a lo esperado de acuerdo a la experiencia histórica, menores a lo observado en la zona euro y también en menor relación a los tipos de los préstamos», sentenció Delgado durante su intervención.

En todo caso, Guindos confió en que finalmente esa mayor rentabilidad en el ahorro acabará por llegar. La misma idea expresó María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, quien reconoció no obstante que «en este momento tenemos liquidez suficiente, pero no necesitamos realizar ofertas a todo el mundo».

Desde el sector defienden que ya se han lanzado otro tipo de productos remunerados para el ahorro conservador, como cuentas nómina, fondos de inversión, etc. «La estrategia comercial de los bancos no debería depender de presiones externas, sino de factores como la liquidez, la competencia entre los bancos... mucho más de que nos estén bombardeando con una exigencia masiva», criticó la directiva tras las palabras de Guindos.

El vicepresidente del BCE sí reconoció que ese mayor coste de los depósitos que se espera si los bancos empiezan a mejorar la remuneración será un factor de presión más sobre los márgenes, que se sumará al efecto de la desaceleración económica «que dará lugar a un incremento de la mora antes o después». El BCE advierte en este sentido de que ya vigilan ciertos deterioros del crédito bancario, como ya se ha observado en España en segmentos como el hipotecario, donde la tasa de mora ha empezado a repuntar. «Los mercados descuentan por todo esto que los resultados actuales no son sostenibles en el medio plazo», explicó.

Guindos aprovechó su intervención para insistir en la urgencia para que las políticas fiscales de los gobiernos acompañen las políticas monetarias de los bancos centrales, con la retirada progresiva de las ayudas aprobadas durante las últimas crisis.

Y es que el BCE asegura que pese a que la subida de tipos ya se deja notar en la moderación de la inflación, existen riesgos que amenazan el trabajo del organismo monetario, como el repunte del precio del petróleo al calor de los conflictos geopolíticos, la debilidad del euro frente al dólar (que provoca un encarecimeinto de las importaciones) o la evolución de los costes laborales unitarios, «que en Europa están subiendo por encima del 5% con un crecimiento de la productividad muy moderado».

«Lo que pedimos es que se vayan retirando las medidas que deberían haber sido diseñadas y definidas y dirigidas a los más vulnerables y por otro lado que el saldo presupuestario sea compatible», indició Guindos durante su intervención.