«Es necesaria más ambición para ejecutar los fondos europeos»

Los fondos europeos están llamados a desempeñar un «papel clave», puesto que son una «oportunidad histórica» para España y para Asturias. Así lo puso de manifiesto ayer el director comercial de Banco Santander en Asturias, Juan Manuel Ballesteros, en el foro sobre tendencias empresariales organizada por la entidad bancaria y el diario EL COMERCIO en Gijón. Un mensaje que compartieron el resto de ponentes, que destacaron la urgencia de que el dinero procedente de Bruselas llegue a las empresas para reactivar la economía en este marco de incertidumbre.

En este sentido, Ballesteros puso el foco en que «es necesaria más ambición en la ejecución», buscar la mejor vía para que los fondos «lleguen a los proyectos que pueden tener un efecto multiplicador y de transformación de la economía». Así, señaló que los bancos son «los mejor posicionados para entender qué necesita cada compañía» y para hacer llegar estas partidas «adonde sean efectivas», para abundar a continuación en que la gran capilaridad de nuestro sistema financiero «puede contribuir a la difusión y ejecución de estos fondos en plazos limitados de tiempo». De hecho, Banco Santander, junto con KPMG y Local Europe, ha diseñado una herramienta que puede facilitar la identificación y la tramitación de las ayudas, añadió.

Pese a las dificultades que imperan en la economía, Ballesteros expresó su confianza en que la fase de recuperación ha llegado, por lo que es el momento de respaldar a los empresarios asturianos porque, «para muchos negocios, la velocidad de la transformación digital y su capacidad para crecer de forma más sostenible va a marcar la diferencia de su supervivencia». Entre los apoyos prestados al tejido productivo de la región por la entidad bancaria, citó los 700 millones de euros con los que Santander financió el negocio internacional de las empresas asturianas durante el pasado ejercicio, así como los 14 millones concedidos en créditos ICO, lo que colocó al banco en posición de liderazgo en este terreno, con una cuota del 55%. Además, respaldó al sector agroalimentario asturiano con 20,8 millones en 2022, un 45% más que en 2021.

Para dar el salto y materializar la transformación de la economía hay que hablar, sin duda alguna, de la digitalización, a la que aludió el presidente del consejo de administración de EL COMERCIO, José María González. La transición digital, indicó, «ha entrado en nuestras vidas de una forma total, no solo a nivel profesional, sino también personal». De modo que se ha originado una «dependencia absoluta», tanto como creadores y usuarios y, «en el peor de los casos, como víctimas».

Porque no todo son ventajas, ya que la aplicación de las nuevas tecnologías «también nos expone a que otras personas puedan acceder a nuestra información, con la intención de hacer un uso fraudulento de la misma». Si bien la digitalización y la ciberseguridad son esenciales, requieren de recursos humanos y económicos de los que, «en muchos casos, las pymes no disponen», apuntó. Por ello, González instó a las administraciones públicas a «facilitar el acceso a los programas de ayudas, con trámites sencillos y de resolución rápida».

Precisamente, sobre tendencias digitales y sostenibilidad versó la intervención de la presidenta de la Comisión de Pymes de la Cámara de Comercio de España, Isabel Puig, en el foro, conducido por la jefa del Área de Economía de EL COMERCIO, Cristina Tuero. Sobre el primer aspecto, animó a las pymes a echar mano de herramientas como el análisis de datos e internet de las cosas porque es un cambio irreversible. Sobre el segundo, indicó que las empresas deben ser sostenibles, primero, por cumplimiento normativo. Pero también porque los clientes valoran cada vez más la sostenibilidad, al igual que las administraciones públicas y las grandes empresas a la hora de licitar contratos y sellar acuerdos.

Ligada a la digitalización está la ciberseguridad, de la que explicó algunas de las claves el responsable de la Plataforma Cyber Guardian, José Antonio Castro. En primer lugar, alertó del auge de la ciberdelincuencia, que en los últimos cinco años ha aumentado en España un 400%, hasta tal punto de que «uno de cada cinco delitos en el país ya son digitales». Mientras que las grandes empresas normalmente cuentan con las medidas de protección adecuadas, las pymes son mucho más vulnerables. De hecho, «mil empresas son atacadas todas las semanas» y el secuestro de datos ('ransomware') es el ataque más frecuente. Para prevenirlos, Castro aconsejó «pensar antes de hacer clic, proteger todos los dispositivos y crear contraseñas fáciles de recordar y difíciles de adivinar».

Por su parte, el director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España, Raúl Mínguez, desgranó las particularidades de los fondos europeos, que son de suma relevancia, «no solo por su magnitud, sino por el hecho de que parten de la colaboración público-privada», con el objetivo de ayudar a la transformación de las empresas. Dado que el horizonte temporal para tener ejecutados los proyectos financiados con esta millonaria inyección económica es 2026, alentó a las compañías a aprovechar ya las oportunidades, para lo que recomendó realizar «un seguimiento específico de las convocatorias» que van saliendo.

A las posibilidades que surgen se refirió el director de Relaciones Institucionales de Santander España, José Juan Pérez- Tabernero, quien quiso resaltar que, aunque el futuro que se vislumbra es incierto, «esto no quiere decir que no hay también certezas y que no vaya a haber oportunidades». Es más, puso en valor que hay fortalezas para abordar los retos con éxito. En este contexto, puso el acento en la importancia de «mirar atrás, analizar tendencias y proyectar conocimiento hacia el futuro». En este punto, Pérez-Tabernero aconsejó fijarse en las ideas de éxito de otros. Asimismo, incidió en que la «necesaria transformación de perfil empresarial va a requerir grandes inversiones públicas, pero sobre todo grandísimas inversiones privadas». Para ello, el tejido productivo cuenta con el «respaldo robusto del sistema financiero».

También el consejero de Industria, Enrique Fernández, apostó por mantener una visión positiva hacia el futuro. Se apoyó en algunos datos para sostener esta confianza, como la revisión al alza de las previsiones de crecimiento para Asturias y con buenas cifras de exportaciones e inversión directa extranjera, que «avalan la confianza en la región». Añadió, además, que es una de las comunidades que «está mostrando mejor desempeño» en la ejecución del dinero procedente de Bruselas. «Asturias y España saldrán exitosas con esta inmejorable palanca que suponen los fondos europeos», sentenció.

El consejero también aprovechó su intervención en la jornada para responder a la demanda de la patronal asturiana para aprovechar mejor el Plan de Recuperación. «Todo este proceso va a exigir nuevos marcos regulatorios y procedimientos administrativos más ágiles», subrayó. En este sentido, manifestó el convencimiento del Principado de ser «agentes facilitadores y catalizadores del cambio», y coincidió con el resto de ponentes en la relevancia de la colaboración público-privada.

Asimismo, hizo hincapié en que la transición ecológica y digital, antes se consideraba una amenaza por algunos sectores, pero ahora se ve ahora «como una oportunidad de nuevos modelos de negocio sobre movilidad sostenible, energías renovables, nuevos vectores...».