Sabadell recomienda al Gobierno sacar viviendas de forma «masiva» y bajar precios

El responsable de la entidad, que este miércoles celebra su junta de accionistas en Alicante, ha reprochado al Ejecutivo que «cualquier medida que como consecuencia traiga una limitación de la oferta, va a tener los efectos contrarios a los que se persiguen». Para ello, ha puesto como ejemplo el tope de precios en zonas tensionadas, como las que ha aprobado la Generalitat en Cataluña. «Solo hace falta para ir a un curso de economía y ver qué medidas hay que tomar», ha indicado Oliu, quien ha recordado que las limitaciones «desaniman» y «estamos haciendo justo lo contrario».

Sabadell, cuya junta aprobará previsiblemente un incremento del dividendo, espera otro buen ejercicio, aunque los tipos de interés puedan comenzar a bajar a partir de mediados de año, que es cuando el Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto autorizar la primera reducción. Esa situación «genera valor a largo plazo», ha afirmado el consejero delegado de la entidad, César González Bueno. Porque, a su juicio, «el efecto volumen» por el que esperan aumentar la demanda «será mayor que el efecto precio» por el que el coste de créditos e hipotecas bajará.

En lo que no ha querido entrar el presidente del Sabadell ha sido en la cuestión de la sede social de la entidad, después de que PSOE y Junts acordaran tomar medidas para promover la vuelta de las empresas que se fueron de Cataluña durante el 'procés'. Oliu ha descartado este movimiento, después de que en octubre de 2017 decidieran trasladar su sede social de Barcelona a Alicante por lo que ha denominado como un «accidente». Esto es, «una reacción a la reacción de clientes ante un determinado movimiento político» como el del independentismo con el referéndum. «Estamos aquí muy bien», ha indicado al anticipar que «cumplimos y cumpliremos con la ley de sociedades de capital y lo que pueda venir la cumpliremos» en relación a esas posibles sanciones.

Oliu ha indicado que «hay una disociación» entre el mundo de las empresas y el mundo de la política al apuntar, además, que «tenemos un buen tema de conversación» en tono irónico. Aunque, en realidad, el presidente del Sabadell ha descartado que las convocatorias electorales vayan a influir en la economía tras indicar que la evolución de la actividad es «buena» y no cree que se se vea influida por las elecciones.

Tampoco sabe nada el banco sobre el futuro que tendrá el impuesto extraordinario sobre el sector, cuya vigencia se ha prorrogado para este ejercicio, aunque el Ministerio de Hacienda esperaba modificarlo para adaptarlo a la nueva coyuntura económica.

La suspensión del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2024 ha aparcado cualquier tipo de negociación entre el sector bancario y los departamentos ministeriales a cuenta de este gravamen por el que en el caso del Sabadell espera abonar unos 190 millones de euros el año pasado.