«La descarbonización solo puede afrontarse con una discriminación positiva hacia Asturias»
«No puede llevarse a cabo en la región una transición energética que suponga destrucción de empleo» | José Luis Alperi, secretario general de SOMA-Fitag-UGT
DANIEL FERNÁNDEZ
GIJÓN.
Domingo, 5 de enero 2020, 04:00
El pasado día 31 se cumplió un año del fin de una de las actividades más enraizadas en la historia asturiana del último siglo: la minería del carbón. Y se cumple en un momento en el que la región está inmersa en un proceso de transición energética que trae consigo una nueva reconversión industrial. El secretario general de SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi Jove (Cuturrasu, Langreo, 1970), hace balance de un año sin minería de carbón y del proceso de descarbonización en el que Asturias se juega su futuro.
-Doce meses ya sin prácticamente extraer carbón en Asturias, ¿qué balance hace?
-Se cumple un año del acuerdo de la minería y seguro que a todos los que lo firmamos nos apetecerían más realidades. Está arrancando el plan social, la bolsa de excedentes ya está en funcionamiento y ahora se está intentando poner en marcha la formación que lo complemente.
-Pero aún faltan por definir inversiones y actuaciones de reactivación concretas. Y lo peor, que incluso ahora se están aprobando proyectos del plan 2013-2020.
-Sí, es cierto que en la parte de reactivación se están recuperando aún fondos del anterior plan y hay otras cosas que se están trabajando y que aún no se han concretado, como la restauración ambiental, que requiere de tres patas, Hunosa, Principado y Gobierno central. Y esa es la medida prioritaria que hay que poner en marcha. Una restauración ambiental que se haga con calidad, que absorba los excedentes mineros y que contribuya al tránsito de los convenios.
-Y entre medias, un proceso de transición energética que llena de incertidumbre a Asturias.
-Hay un proceso de descarbonización que es innegociable e irreversible y la UE así lo señala. Lo que sí tenemos es que hacerlo para que sea un proceso justo y que no deje a nadie atrás.
-¿Y cómo se consigue hacerlo justo?
-Nosotros venimos reclamando que donde cesa una actividad, que se hagan inversiones y se genere empleo. Hay ejemplos en otras comunidades, como son los más de 1.000 millones que Endesa invertirá en Teruel para transformar la térmica de Andorra. Aquí, lo que pretendemos es que no se desmantelen las de Lada y Soto de la Barca hasta que no haya un proyecto energético e industrial en esos emplazamientos. Y cuando vemos que Endesa plantea invertir más de 1.000 millones para sustituir la central de Andorra nos preguntamos por qué Iberdrola o Naturgy no acometen una inversión similar en Lada y Soto de la Barca, respectivamente, y sustituyen una actividad energética por otra o por un proyecto industrial que genere empleo de calidad.
-Iberdrola propone como alternativa para Lada parques eólicos y Naturgy un almacén de energía para Soto de la Barca. ¿Les valen esas propuestas?
-No conocemos ahora mismo ninguna propuesta real de Iberdrola ni Naturgy. Sí exigimos que antes de que se haga el cierre efectivo haya proyectos encima de la mesa. Y que sean del ámbito energético, porque tienen el mejor encaje, el emplazamiento y la conexión a la red. Y si no hay un proyecto alternativo energético tiene que haberlo industrial.
-¿Corremos el riesgo de quedarnos atrás en este proceso?
-Tenemos un tiempo perdido. En el sector del carbón sí hicimos los deberes, sabíamos que a 31 de diciembre de 2018 entraba en vigor una decisión europea que hablaba del cierre de las minas. A la vez, en poco menos de medio año buscamos un acuerdo para una transición justa. Y creo que el resto de sectores no están abordando con eficacia ese proyecto. Hay que abordar el proceso siempre desde una posición que no suponga destruir empleo. No habrá una transición justa si con ella se destruye empleo o si se genera empleo en otro sitio. ¿De qué nos vale que se destruya empleo en Asturias si se va a crear en otras regiones? Aquí es donde vamos a sufrir la reconversión, donde se van a ver los efectos y hay muchas herramientas que se deben poner en marcha para acometer esa transición justa.
-¿Es la UE una vez más dónde se encuentran esas 'herramientas'? Entendiendo 'herramientas' como financiación, claro está.
-En Europa, cuando participamos en la Plataforma para la Transición de las Regiones Mineras no dejamos de alzar la voz para reclamar que quienes hicimos los deberes tenemos que tener una discriminación positiva para recibir esos fondos que van a generar empleo y que van a llevar a cabo esa transición justa. No vale lanzar mensajes equívocos desde otros territorios que no están haciendo esa transición y que incluso están abriendo instalaciones que generan CO2. Es irrenunciable que esta transición sea tutelada por Europa con unas medidas, como por ejemplo el ajuste en frontera del CO2, elevar los fondos de transición, etc... Así el empleo no solo no se perderá, sino que creo que se va a crear más.
-Y el Gobierno de España, ¿qué papel debe jugar entonces?
-Hay cuestiones que no se pueden usar como disculpa, como el hecho de que hay un Gobierno en funciones desde hace mucho tiempo y que ahora, por fin, parece que se desbloqueará la situación. Pero sí hay una cuestión primordial que debe hacerse desde aquí y que hasta ahora no existe: es necesario un pacto de Estado por la energía, un plan consensuado, estable y que dé seguridad jurídica a las empresas.
-Pero hoy en día esa estabilidad energética no existe, como hemos visto en la reciente subasta de interrumpibilidad.
-Sí, o el estatuto de las electrointesivas que está bloqueado por la falta de Gobierno pleno. Pero hay más medidas que pueden ayudar a la industria y que nosotros hemos propuesto, como que se aplique un IVA superreducido a la energía.
-Pacto por la energía e... ¿industrial?
-Sí, evidentemente es necesario. Más aún con la rapidez con la que se generan los cambios y con la implicación de terceros países sobre las relaciones comerciales, que en el fondo es influir sobre la producción industrial de España y Asturias. Tenemos que ir de forma urgente a esos pactos globales con el máximo de participación: Gobierno, empresarios, sindicatos...
-¿Necesita Asturias un plan de reindustrialización propio impulsado desde el Gobierno de la nación?
-Es cierto que la singularidad que tiene la industria en el tejido económico de Asturias es importante. Los agentes sociales y el Gobierno acordamos una estrategia conjunta para Asturias dentro de los acuerdos de concertación y había una estrategia industrial para Asturias. Pero de lo que estamos hablando al final nos conduce al mismo sitio: si hay un pacto de Estado por la industria deben discriminarse positivamente aquellas comunidades como Asturias que tienen un mayor peso industrial. Y más aún cuando se acomete un proceso de descarbonización y una reconversión, como en este caso la hay por cuestiones climáticas. Tiene que haber una discriminación positiva sí o sí hacia Asturias, no podemos ser los grandes damnificados de este proceso.
-¿Está Asturias preparada para autoabastecerse sin generación de carbón?
-Lo primero de todos es ver qué necesidad tiene la industria y creo que se puede hacer una generación renovable aquí para atender la demanda. Tenemos potencial de biomasa, de geotermia, de hidráulica y minihidráulica, fotovoltáica y eólica. Primero tenemos que tener claro cuál debe ser nuestro mix de generación.
-Y una regasificadora construida y sin entrar en funcionamiento.
-No entiendo la falta de solidaridad de otras comunidades, como Galicia, a la hora de poner palos en la rueda de la regasificadora. No puede ser que esté torpedeando la puesta en marcha de la regasificadora con sus continuas alegaciones y a la vez esté pidiendo la solidaridad por el cierre de la central de As Pontes.
-Hombre, con un poco más de voluntad política igual estaba ya en funcionamiento...
-Más que falta de voluntad política, hay falta de solidaridad de Galicia y de otros colectivos. Creo que la regasificadora puede aportar valor añadido a Asturias y cumple todos los parámetros medioambientales que se le exigieron y debe ponerse en marcha cuanto antes.
-¿Y con qué utilidad?
-Hay que ver cómo va a cambiar el negocio del gas. Estamos hablando de una transición que también va a afectar al transporte y a la posibilidad de movimiento con gas. Utilidad y demanda seguro que tendrá, lo importante es ponerla en marcha.
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