Arcelor y Gobierno enfrían su relación por el freno a la gran inversión en Asturias y no se verán en Davos
Moncloa descarta la ya tradicional reunión entre Pedro Sánchez y Lakshmi Mittal en ese foro y argumenta que se centrará en tecnológicas
S. D. T. / N. A. E. / R. F.
Gijón
Martes, 16 de enero 2024, 00:45
Ya resultaba casi una tradición desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. Cada año por estas fechas, el jefe del Ejecutivo español se ... reunía con el presidente de Arcelor, Lakshmi Mittal, y con su hijo y consejero delegado, Aditya Mittal. Sin embargo, ayer, fuentes de la Presidencia del Gobierno reconocieron a este periódico que este año «no está prevista una reunión bilateral» entre ellos. El argumento es que Pedro Sánchez se centrará esta vez en empresas tecnológicas y que, sobre todo, el tema estrella será la inteligencia artificial. Sin embargo, en el encuentro con los medios en el que se explicó cómo será la presencia de España en este encuentro internacional, que se desarrollará esta semana en Suiza, se insistió en que el presidente del Gobierno «se sentará a hablar con todas las empresas que lo deseen» y que entre los sectores implicados están el tecnológico, pero también las finanzas, la energía o la industria. Pese a esto, Arcelor no está en la agenda.
Después de que en la etapa de Mariano Rajoy este no se viera ni una sola vez con los Mittal, con la llegada de Sánchez a la Moncloa se dio un vuelco a las relaciones y los encuentros entre ambas partes han sido frecuentes, pero siempre han estado marcados por el problema del precio de la electricidad en España, a lo que se ha ido sumando una cada vez mayor preocupación por la descarbonización de los procesos. El mayor hito en esas relaciones tuvo lugar en julio de 2021, cuando los principales accionistas de la siderúrgica junto a Sánchez anunciaron en la factoría de Gijón su ambicioso plan verde para Asturias.
El presidente del Gobierno prometió apoyo y cumplió en parte, con la concesión de 450 millones de euros como subvención para su planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI) en Gijón, la mayor ayuda pública concedida por el Estado a una empresa privada hasta entonces. Sin embargo, las condiciones impuestas están lejos de las de otros países, mientras que tampoco se han logrado igualar los precios de la energía que se ofrecen al sector en territorios como Alemania o Francia, donde la industria cuenta con tarifas especiales y grandes exenciones que sitúan la factura final muy por debajo de la española, aunque en el mercado diario la electricidad pueda estar más cara.
En ese contexto y con el proyecto de la planta de DRI bloqueado se llega este año a Davos, donde si nada cambia en los próximos días, Sánchez no se reunirá con los Mittal. La relación entre el Gobierno de España y la multinacional se ha ido enfriando en los últimos meses, después de que el gigante siderúrgico haya planteado que las condiciones para realizar la gran inversión de su plan verde para Asturias no son económicamente viables. Como ya adelantó este periódico en octubre del año pasado, Arcelor tiene bloqueado este proyecto a pesar de contar con esa ayuda de 450 millones. Los requisitos impuestos han llevado a la empresa a frenar esta iniciativa. Ve imposibles de cumplir los plazos, tampoco cree que vaya a tener hidrógeno renovable a un coste competitivo a tiempo y no prevé tampoco poder tener garantizada la electricidad renovable necesaria a un precio asumible.
Desde que la Comisión Europea diera el visto bueno a la ayuda de Estado hace casi un año, los contactos entre la siderúrgica y el Ejecutivo han sido constantes, pero no se ha encontrado una salida a los problemas que esta pone sobre la mesa y hay impaciencia e incluso contrariedad en ambas partes. Mientras, el tiempo corre y el proyecto encuentra nuevos obstáculos. De hecho, Arcelor, que ha anunciado proyectos similares por toda Europa, cada vez tiene más dudas sobre ellos y plantea no seguir adelante con todos. Los elegidos serán los que tengan más facilidades en cuestión de subvenciones y precios energéticos competitivos. Ahora mismo, Francia, con su tradicional apoyo a la industria, su tarifa eléctrica ligada a la nuclear y millonarias ayudas para rebajar el coste del hidrógeno toma delantera.
Se esperaba, sin embargo, que la reunión entre Sánchez y Mittal en Davos pudiera servir para desatascar de alguna forma el proyecto de la planta de DRI, mientras Arcelor continúa con el de la acería eléctrica híbrida, la primera fase de su plan verde, pero que no garantiza el futuro a largo plazo de las instalaciones siderúrgicas de la región tal y como se conocen.
Esta noticia se produce también tras anunciar la empresa un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) unilateral, así como su previsión en los presupuestos para España de parar un horno alto a partir de mayo si el mercado del acero no coge impulso.
Precisamente, el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, se refirió ayer a esta parada y señaló que «no podemos pretender tener industrias sin tener energía en cantidad y precio, porque, si le ponemos problemas a la eólica y no tenemos nuclear ni queremos térmica, la cosa va a ser complicada». Mientras que la diputada popular Esther Llamazares alertó del riesgo de «deslocalización» de la industria asturiana. Por su parte, la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, destacó que el Gobierno de Asturias está «en constante comunicación con el de España y con Arcelor», y confió en que «las inversiones para la descarbonización se lleven a cabo».
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