Arcelor parará su división de largos por el coste energético y dejará la planta de Gijón al ralentí
La acería y el tren de alambrón estarán detenidos del 24 al 28 de marzo y el de carril hasta el 3 de abril; al no haberse prorrogado el ERTE, los principales afectados serán los eventuales
Arcelor aseguró este miércoles que «de momento» no paraba instalaciones en Asturias, pero insistió en que era «de momento» ante una situación que calificó de «insostenible» ante el alto coste de la energía. No ha tardado demasiado tiempo en mover ficha, este jueves ha decidido que detendrá la acería de Gijón del 24 al 28 de marzo y que también paralizará la actividad en los trenes de alambrón y carril. Esto tendrá repercusiones también en la actividad de la cabecera (horno alto y sínter) e, incluso, en la acería de Avilés.
La situación es más grave que en ocasiones anteriores en las que se ha decidido detener la actividad, porque al no haberse prorrogado el ERTE, la compañía y los trabajadores no disponen ahora mismo de ese mecanismo de flexibilidad, por lo que serán los eventuales los principales afectados.
Aunque el hecho de que las factorías asturianas sean una siderurgia integral y no se vean impactadas tanto por la escalada de la luz como las de horno eléctrico, los disparados costes energéticos y de las materias primas también pasan factura a las plantas de la región. Y lo hacen más en la división de largos, que arrastra una delicada situación desde hace años y que ha estado amenazada incluso de cierre, debido a sus números rojos, mucho antes de la crisis actual. Solo la demanda elevada de 2021 y los altos precios que registró el acero han permitido a estas instalaciones sortear los últimos meses sin problemas. Sin embargo, la alta factura energética actual vuelve a poner a esta división en la picota. De ella dependen la acería de Gijón y los trenes de alambrón y carril, mientras que se recibe el suministro de arrabio de los hornos altos, que a su vez se proveen de las baterías de cok y los sínter.
El anuncio de la paralización llegó durante una reunión celebrada en la mañana de este jueves para analizar la situación de largos, que la multinacional reconoció que no es novedosa, pero que se ha visto agravada por el escenario actual del alto precio de la energía, la subida del coste de las materias primas y el contexto mundial derivado del conflicto de Ucrania. La situación de pérdidas del conjunto de largos es «insostenible», señaló la empresa.
Así, se procederá a parar la acería del 24 al 28 de marzo. Durante ese periodo se continuará con las obras de reconstrucción del convertidor 1, aunque sin llegar a arrancarlo. La plantilla que se mantendrá durante la parada será la operativa en una parada en frío. La previsión es que vuelva a la actividad el día 29, pero a medio gas, con un único convertidor. Asimismo, alambrón también parará del 24 al 28 de marzo, con una previsión de arranque para el día 29 por la mañana. Las expediciones no se verán afectadas, salvo que la huelga de transportes anunciada a partir del 14 de marzo sea efectiva.
En el caso de carril, la parada será aún mayor. Se parará del 24 de marzo al 3 de abril, por su coste variable «inasumible». Se continuará con las expediciones debido a la gran cantidad de toneladas que hay almacenadas. Señala Arcelor, que la situación de esta instalación es «la más crítica». De hecho, en la zona de laminación se pasará a cuatro equipos e trabajo a partir del 4 de abril. No o bstante, ante la actual coyuntura, no es descartable que se puedan prorrogar medidas como estas.
Con la ausencia de ERTE, la multinacional recurrirá a las licencias pendientes de años anteriores y las de este, la aplicación de la distribución irregular de jornada recogida en el convenio colectivo o cursos de formación del programa 'Take Care'.
Arcelor se había sumado ya a otras siderúrgicas como Ferroatlántica, Megasa o Celsa, que anunciaron paros en los últimos días. De hecho, desde el martes su planta de Olaberría trabaja de forma intermitente y la de Sestao no va a arrancar como tenía previsto.
