Los inversores mexicanos inyectan 30 millones en Duro Felguera a la espera de asumir su control

Se trata del primer hito de una operación en dos fases que permitirá sanear financieramente al grupo asturiano, de forma que pueda contratar con normalidad, así como incorporar a dos socios industriales de referencia que le permitan ampliar mercados y lograr sinergias. Aunque el proceso acumula cierto retraso, dado que se esperaba que los préstamos estuvieran materializados en julio y la ampliación de capital pudiera estar culminada como máximo en octubre, este sigue avanzando. En la nota remitida a la CNMV, Duro subraya que el préstamo ya concedido se rige por lo acordado en la junta general de la sociedad celebrada el pasado día 13 de abril de 2023.

El mercado acogió ayer con cierta euforia la noticia y, por momentos, los títulos de la empresa asturiana se dispararon un 11%, aunque a medida que pasaba la jornada ese entusiasmo tuvo sus altos y bajos para cerrar la sesión con una subida del 7,45%.

El Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM), que controla cerca del 6% del capital entre acciones sindicadas y compromisos de delegación de voto, celebró ayer la noticia «por suponer el inicio de una etapa con grandes expectativas de crecimiento de contratación y mejora exponencial de nuestra situación financiera y patrimonial». Su objetivo ahora es que la ampliación «sea un premio para los accionistas actuales».

De este modo se da el primer paso efectivo de esta operación compleja con la que Duro Felguera espera lograr la estabilidad financiera que lleva años buscando. La primera fase, que ahora comienza, consiste en un préstamo de 90 millones de euros -Prodi aporta 50 y Mota-Engil otros 40- y la segunda es una ampliación de capital doble que permitirá devolver esa liquidez y que dará entrada a los nuevos socios.

En la ampliación, los accionistas actuales tendrán derecho de suscripción preferente por 40 millones de euros a un precio de 0,7661 euros por acción, la media de los tres meses previos a la notificación pública de la operación. En el caso de que quedara alguna parte sin cubrir, la aportación llegaría por parte de Mota-Engil México. De este modo, esta compañía podría llegar a hacerse como máximo con un 24% del capital (el porcentaje dependerá de la cifra que alcance la suscripción preferente de los accionistas actuales).

Además, habrá otra ampliación que consistirá en la conversión en acciones del préstamo e intereses del Grupo Prodi por 50 millones de euros, también al mismo precio de 0,7661 euros por acción. Ello dará lugar a una participación del 31% de la compañía.

Así, el máximo que podrían alcanzar los nuevos socios sería el 55%, aunque se da por descontado que incluso si se quedaran con el mínimo posible, del 31% de Prodi, los inversores mexicanos asumirían el control, dado el capital tremendamente atomizado que tiene Duro Felguera.

Por otro lado, serán necesarias distintas autorizaciones para culminar el proceso, entre ellas la concesión por parte de la CNMV de la exención de la obligación de formular una opa, ya que la legislación española obliga a que si una compañía pretende adquirir más del 30% de otra está obligada a presentar una oferta pública de adquisición. De momento, el Gobierno ya ha dado el visto bueno a la entrada de los mexicanos.

El Consejo de Ministros la condicionó a que Duro se desprendiera del 60% de Epicom que conservaba. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ya se había hecho con el 40% en 2021, en el contexto de la negociación del rescate del grupo asturiano por parte del Fondo de Apoyo a la Solvencia a Empresas Estratégicas. Pero el pasado mes de julio, el Consejo de Ministros impuso la desinversión total como condición previa a la autorización de la toma del control de Duro por parte de los inversores extranjeros, ya que Epicom está especializada en la protección de comunicaciones críticas para la Administración.

De ahí que en septiembre se anunciara la venta de ese 60% restante de Epicom a Indra y Grupo Oesía por 5,3 millones de euros, de forma que se «garantiza, además, la soberanía nacional en la capacidad clave de las comunicaciones cifradas, nacionales, europeas y OTAN».

Con el camino más despejado y la primera parte del préstamo ya ejecutado, se espera ahora que se precipiten el resto de hitos para la entrada de los socios mexicanos en Duro Felguera y que harán del empresario José Miguel Bejos el nuevo hombre fuerte del grupo asturiano.

Este controla Prodi, que se dedica a la construcción de proyectos de infraestructuras públicas, transporte público, petróleo y gas y energía y turismo, entre otras, y que a su vez tiene el 49% de Mota-Engil México (el otro 51% corresponde al grupo empresarial portugués de Mota-Engil), también orientado a obra civil, infraestructuras, obras de ingeniería, energía, industria y turismo. De este modo, el control de Duro Felguera estará en manos extranjeras por primera vez en su historia.

Ambas empresas mexicanas ya han trasladado que su objetivo es invertir en Duro a largo plazo para «consolidarse» en Europa y Norteamérica, con la vista puesta especialmente en crecer en Estados Unidos. Por su parte, Duro aspira a mejorar su capacidad de tesorería, recuperar un socio industrial de referencia que ofrezca confianza a los distintos agentes implicados y conseguir sinergias con sus nuevos socios.