Duro Felguera afronta un mes y medio clave para su salvación
El Principado de Asturias se pone «a disposición» de la SEPI, «igual que con el último rescate», para intentar reflotar la compañía
El 11 de marzo vence el plazo del preconcurso solicitado por Duro Felguera, que trabaja intensamente en la negociación con sus acreedores para ... salir a flote de una situación muy complicada. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) analiza en profundidad las propuestas colocadas sobre la mesa por la ingeniería asturiana para lograr su salvación, que incluyen la posible capitalización de los créditos aportados por el organismo público y, en consecuencia, que este se convierta en el accionista mayoritario de Duro, en detrimento de los inversores mexicanos, Prodi y Mota-Engil.
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Sería su segunda salvación a cargo de la SEPI, ya que la compañía con sede en Gijón recibió 120 millones de euros de ayuda pública en 2021, procedentes del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégica, puesto en marcha por el Gobierno a raíz de la pandemia, que causó graves descalabros en el tejido productivo. Entonces, el Principado –mediante la Sociedad Regional de Promoción– aportó otros seis millones de euros. Ahora, el Gobierno asturiano también está dispuesto a arrimar el hombro para dar oxígeno a Duro, una empresa «de vital importancia para nuestra industria», como apuntó el sábado el consejero de Hacienda, Guillermo Peláez.
Dado el peso de la compañía nacida a mediados del siglo XIX, «como hicimos en el anterior rescate, nosotros nos ponemos a disposición de la SEPI, dentro de nuestras posibilidades y nuestras capacidades, para negociar con la empresa y ofrecerle la asistencia que podamos», señaló el también portavoz del Principado, quien, a su vez, recalcó que su apoyo sería «siempre del lado» de la sociedad estatal. Tanto el Gobierno asturiano como la entidad pública concedieron a Duro, el pasado mes, el aplazamiento de los pagos que vencían prácticamente a la vez que la empresa declaraba el preconcurso y trascendía el arbitraje solicitado por la compañía Sonelgaz por la paralización de las obras de la central de ciclo combinado de Djelfa, en Argelia, y por la que le reclama 413 millones de euros.
Más complicada es la negociación con los bancos acreedores, que muestran reticencias a mantener su apoyo a la compañía dadas sus complejas circunstancias. No obstante, aprobaron una prórroga de dos meses para dar algo más de margen a Duro Felguera, plazo que está a punto de finalizar. Las entidades financieras informaron de ello a la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE). Estos bancos tienen líneas de avales garantizadas por esta sociedad, participada mayoritariamente por el Estado, que siguen su curso y se necesita su visto bueno si se plantea un nuevo aval o la extensión de los avales vivos.
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Nuevo inversor
Dentro del plan trazado por la empresa que preside Eduardo Espinosa también se admite la necesidad de incorporar otro socio que financie la nueva actividad, como adelantó este periódico la pasada semana. Duro Felguera requiere de liquidez con cierta urgencia, razón por la que ha relanzado su plan para deshacerse de ciertos activos. Entre ellos, la sede central de la firma, situada en el Parque Científico Tecnológico de Gijón, que ya había puesto en venta en 2019.
Pese a su delicada situación financiera, la empresa podría tener capacidad para resistir algunos meses más –se habla de abril–, aunque el tiempo corre en su contra y necesita apresurar los pasos hacia su salvación.
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