Enagás insta a reformar la red gasista asturiana para introducir el hidrógeno
El director de Infraestructuras de la compañía espera que la regasificadora de El Musel esté operativa «más pronto que tarde»
La entrada del hidrógeno verde como fuente de energía en el sistema español no será inmediata. Con los precios de producción aún demasiado elevados ... y la tecnología en fase de maduración, esta fuente, que está llamada a jugar un papel relevante en el 'mix', aún debe evolucionar para convertirse en una energía de uso común. Pero el proceso debe ir preparándose y su distribución, planificándose. El director general de Infraestructuras de Enagás, el asturiano Claudio Rodríguez, puso el foco el jueves sobre este hecho durante los Cursos de La Granda, que se celebran en el hotel Palacio de Avilés, señalando la idoneidad de adaptar las actuales redes gasistas para poder aprovecharlas al máximo en la distribución de esta y otras fuentes de energía renovables. «Prácticamente toda nuestra red de gasoductos, con algunos cambios y en función de la demanda, pueden adaptarse para transportar el 100% de hidrógeno», señaló.
La adaptación de la red gasista, explicó Claudio Rodríguez, ya está contemplada por la Unión Europea. Dar este paso supondría «evitar tanto el estrés económico de construir nuevas infraestructuras, como el impacto ambiental. La utilización de un gasoducto para transporte de hidrógeno cuesta un 90% menos que la construcción de una nueva infraestructura».
El paso de adaptar lo ya existente es solo uno de los que se deben dar para poder contar con una red estable de suministro de hidrógeno. Uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sistema, según señaló Claudio Rodríguez, es el del almacenamiento. Son dos los métodos que se pueden utilizar para este fin: almacenarlo en forma gaseosa, para lo que usan depósitos subterráneos de tipología salina, y en forma licuada, que tiene «un coste muy elevado. En el corto plazo, ponemos el foco en los almacenamientos salinos», explicó el director general de Infraestructuras de Enagás.
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En este punto entran en juego las regasificadoras, y El Musel tiene un papel relevante. Con la autorización ambiental de la planta gasista, conocida como regasificadora, ya en la mano, la intención de la empresa es «ponerla en marcha más pronto que tarde», aunque con usos ligados al gas en una primera etapa. La evolución del mercado y de la demanda será la que marque el proceso de transformación a un modelo híbrido con presencia del hidrógeno «para garantizar la seguridad de suministro».
Enagás trabaja en estos momentos en integrar la planta gasista de El Musel en el sistema nacional «con el mínimo impacto», pero también con «sostenibilidad económica. Todo esto nos obliga a un diálogo constante con el sistema y sobre todo con el ministerio y los reguladores», señaló Claudio Rodríguez.
El director de Infraestructuras de Enagás destacó las posibilidades que presenta Asturias en el despliegue del hidrógeno. Claudio Rodríguez señaló que la región cuenta con grandes demandantes, con ArcelorMittal a la cabeza, una estructuras exportadora «fantásticas» como El Musel y un «entorno de conocimiento muy potente para fortalecer ese proyecto. Asturias para nosotros, es un foco fundamental», explicó.
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