El Gobierno acabará antes de abril su examen a la regasificadora de El Musel

«Los tiempos tienen que ser cuasi inmediatos», dijo en una visita a Gijón para entrevistarse con la alcaldesa, Ana González, al tiempo que destacó que «el procedimiento de evaluación ambiental no está sujeto a directrices políticas; son los técnicos quienes se encargan». En la mayoría de los proyectos sometidos a su consideración desde otras administraciones se están dictando declaraciones de impacto favorables, pero existe la posibilidad de que su conclusión sea desfavorable o que imponga condiciones a un eventual aprovechamiento de la regasificadora gijonesa.

La declaración de impacto ambiental de la planta de El Musel es un trámite crucial para su futuro. La instalación, cuyas obras finalizaron en 2013, nunca llegó a funcionar y fue paralizada por mandato judicial. Durante todo este tiempo ha sido sometida a todo tipo de tramitaciones, hasta llegar al momento actual.

Su propietaria, Enagás, ha formalizado una alianza con Naturgy para convertirla en un elemento crucial dentro de un proyecto de hidrógeno verde que prevé una inversión de 400 millones de euros en Asturias y que dependería de la autorización gubernamental y de recibir fondos comunitarios. Estas dos compañías plantean convertir El Musel en un gran polo exportador de hidrógeno verde a Europa, objetivo para el que la regasificadora juega un papel fundamental.

A finales de 2019 Enagás presentó en Bruselas un proyecto denominado 'Green Spider', una potente red de distribución de hidrógeno verde. Más tarde, el proyecto se amplió a Italia y pasó a denominarse 'Green Crane'. Dentro de este enorme entramado con el que se pretenden movilizar 2.100 millones de euros, Gijón se convertiría en uno de los nodos. El planteamiento pasa por construir una planta de electrólisis abastecida por renovables para producir hidrógeno verde, que conllevaría una inversión de 400 millones de euros, para luego utilizar la regasificadora como almacén estratégico de esta fuente de energía. El puerto de El Musel se convertiría además en punto de exportación del hidrógeno procedente no solo de las instalaciones asturianas, sino de parte de una amplia red de producción repartida por todo el territorio español.

El 'Green Crane' ya se ha presentado en Bruselas para ser candidato a incluirse en la lista de Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI), iniciativas de gran calado que afectan a más de un país. Poder estar en esta relación de propuestas supondría también optar a financiación comunitaria.

El Principado ha venido trabajando para que la regasificadora supere los trámites ambientales y pueda comenzar a dar servicio, colocando además esta instalación entre sus «prioridades estratégicas». Esta misma semana, la alcaldesa de Gijón, Ana González, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido, respaldaron los planes que se manejan para una planta que acumula años sin uso y que ahora puede convertirse en un punto crucial dentro de la nueva estrategia de energía verde. «Desde luego, la base es muy positiva, sin ninguna duda», señaló el presidente de la Autoridad Portuaria sobre las intenciones de Enagás y Naturgy.