Los sindicatos de supermercados convocan una huelga en Asturias en plena Navidad

Más de 11.000 trabajadores del comercio minorista de alimentación están llamados a secundar las cuatro jornadas de huelga acordadas hoy por los sindicatos UGT, CC OO, USO y Fetico para los días 23, 24, 30 y 31 de diciembre en una multitudinaria asamblea celebrada en el Centro Polivalente Integrado de Lugones. Lo hacen en respuesta al bloqueo de la negociación del convenio colectivo, dado que las posturas están muy alejadas. Además, instan a los empleados de supermercados y pequeños negocios –excepto de Dia, Lidl, Familia y Mercadona, que tienen convenios propios– a no acudir a sus puestos los días 22 y 29 de diciembre, que son domingos en los que estos establecimientos pueden abrir porque así lo permite la normativa. Según explican, es voluntario acudir a trabajar en estos casos (lo cual se bonifica), por lo que animan a las plantillas a no hacerlo.

Señalan que cuatro de los niveles profesionales que recoge el convenio –que engloban al grueso de las categorías– están en el mismo rango que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) –que asciende a 14 pagas de 1.134 euros brutos– y apenas hay diferencia entre los tipos de puestos con distintos grados de responsabilidad. Por ejemplo, la brecha salarial entre una dependienta y una encargada de tienda «es solo de ciento y pico euros», indicó ayer la vicesecretaria general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT Asturias, Marta González.

Los sindicatos proponen una subida salarial del 4% (sobre el SMI) para 2024 y 2025 –abogan por un convenio, que ahora está prorrogado, con una vigencia de dos años–, pero los empresarios del comercio minorista de alimentación argumentan que no pueden asumir este incremento. Ofrecen el 2,8% para 2024 y un máximo del 2,5% para 2025 y 2026.

Otra de las principales reivindicaciones respaldas por la asamblea –en la que participaron más de 500 personas, según los sindicatos– es la recuperación de la antigüedad, que lleva congelada desde 1996, de modo que quienes empezaron a trabajar después de ese año «no tienen compensación y cobran lo mismo que quienes acaban de entrar en la empresa, a los que, por cierto, también se tienen que encargar de formar», apuntó González. Reclaman que, al menos, con el paso de los años los trabajadores puedan ir subiendo de nivel.

Otra de las líneas rojas para los sindicatos es la definición de las categorías laborales y las funciones de cada una. En este sentido, Margarita Quintano, representante del sector en la Federación de Servicios de USO-Asturias, indicó que hay empresas que «no apuestan por la profesionalidad, lo que quieren son despachadores», por lo que echan mano de la polivalencia, de manera que «hoy estás en caja y mañana puedes estar en panadería». Funciones distintas, «pero que se pagan igual».

También está sobre la mesa la reducción de la jornada, que actualmente es de 40 horas semanales y los sindicatos quieren rebajar a 38,5, destacó la responsable de Acción Sindical de la Federación de Servicios de CC OO de Asturias, Olga Ruiz. Asimismo, «también pedimos que se elimine la cláusula de compensación y absorción para que a quienes cobren un plus personal no se les absorba con la subida real pactada en convenio», aclaró.

Otro punto de la propuesta de la patronal tras nueve meses de negociación que rechazan los trabajadores es que las empresas dejen de abonar el complemento de incapacidad temporal durante los tres primeros días de una baja (a partir del cuarto asume el pago la Seguridad Social), señaló la secretaria general de Fetico Asturias, Begoña Concejo, quien instó a las compañías a «ser conscientes de que es un convenio precario y a hacer un esfuerzo por mejorar las condiciones de las plantillas».

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