Indra estudia su fusión con Escribano para crear un gigante europeo en defensa

Sus intenciones son bien conocidas tanto por la competencia como por los inversores. No es ningún secreto que contempla la adquisición de Santa Bárbara, la empresa controlada por General Dynamics, que ya ha rechazado de plano esa opción. «No ha crecido; ha destruido el gran tejido industrial que tenía», afirmó Escribano en sede parlamentaria el pasado marzo. Ante el portazo de la multinacional americana, desveló que su plan 'B' para construir blindados pasa por la posible compra de El Tallerón de Duro Felguera, cuya operación está en fase de auditoría, y ahora pretende incorporar a Escribano Mechanical and Engineering (EM&E), su antigua empresa familiar, de la que fue presidente hasta enero. Fuentes de la compañía no han desmentido dicha información a este periódico.

Ambas empresas tienen ya presencia en Asturias. Indra cuenta con unos 400 profesionales en la región que trabajan en proyectos punteros para diferentes sectores y Escribano ha abierto recientemente un centro tecnológico en Avilés, que pretende hacer crecer. Además, las dos han planteado poner en marcha centros productivos en la comunidad. En el caso de Indra, El Tallerón, mientras que Escribano quiere invertir alrededor de 50 millones de euros para tener sus instalaciones en unos dos años, aunque aún no tiene la ubicación cerrada.

Además, se da la circunstancia de que junto con Santa Bárbara y Sapa conforman el consorcio Tess Defence, responsable del megacontrato del VCR 8X8 Dragón, cuyo montaje y parte de su producción se desarrolla en Trubia.

Actualmente, Indra posee el 14% del capital de Indra, donde un tercio del accionariado está controlado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Por su parte, EM&E ya cuenta con dos representantes en el consejo de administración de la compañía cotizada: el propio Ángel y su hermano Javier, quien asumió la gestión de la empresa familiar tras la propuesta de la SEPI para que Ángel liderara Indra, tras la salida de Marc Murtra hacia Telefónica.

Aunque las conversaciones todavía se encuentran en una fase preliminar, de concretarse la operación, la compañía semiestatal tendría que llevar a cabo una ampliación de capital para poder afrontarla.

Con este paso Indra se posicionaría estratégicamente para alcanzar, en un futuro próximo, el nivel de sus principales competidores europeos. Empresas como la francesa Thales, la italiana Leonardo y la alemana Rheinmetall ya han iniciado alianzas estratégicas con el objetivo claro de consolidar campeones europeos en defensa, tecnología y seguridad. Si se materializa la integración de EM&E, contaría con la capacidad industrial y productiva necesaria para asegurar el éxito en la ejecución de programas europeos de defensa, en un contexto marcado por la guerra entre Rusia y Ucrania.

Este proyecto de consolidación fortalecería notablemente la posición de Indra en un sector que se perfila como receptor de significativas inversiones. Esta perspectiva se ve reforzada por el compromiso del Gobierno de incrementar el gasto español en seguridad y defensa hasta el 2% del PIB, lo que supondrá una inversión adicional de 10.471 millones de euros a lo largo de este año.