Llenar el depósito del coche en Asturias cuesta hasta 12 euros más que hace un año
Los combustibles continúan en su escalada de precios, que se han elevado un 11% en lo que va de ejercicio y más de un 19% respecto a 2020
La recuperación económica iniciada gracias a la disminución de las restricciones y el aumento del ritmo de vacunación trae consigo efectos no deseados. A unos precios de luz, el gas y el CO2 disparados, se suman los de los carburantes. En concreto, la gasolina en España ha alcanzado su mayor registro en cerca de siete años: una media de 1,36 euros por litro, según los datos recopilados por el Boletín del Petróleo de la Comisión Europea. El impacto de esta subida desmedida de las tarifas es enorme para los bolsillos de los consumidores. En Asturias, llenar el depósito de un coche de 55 litros de capacidad cuesta 12 euros más que hace un año, tanto si se trata de gasolina 95 como 98. En el caso del gasóleo A, el incremento es de 9,58 euros.
Es decir, que los precios de los combustibles han aumentado, en estos tres tipos, entre un 15,96% y un 19,24%, en las gasolineras de la región. Según los datos ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica correspondientes a esta semana, el litro de la gasolina 95 E5 ronda los 1,394 euros, mientras que la 98 también con un 5%de etanol cuesta 1,554 euros. Y el gasóleo A asciende a 1,264 por litro. La escalada de precios comenzó ya en diciembre de 2020 y se disparó en enero de este año con la llegada de la borrasca 'Filomena' a principios de ese mes. Según el histórico de datos de Transición Ecológica sobre el precio de los carburantes, llenar el depósito en Asturias cuesta ahora 7,92 euros más que en enero si se opta por la gasolina 95 (76,67 euros por 55 litros) y 8,8 más si el consumidor elige la 99 (85,47 euros). El gasóleo A es el más económico, ya que el litro tiene un precio de 7,26 (69,52 euros por el depósito completo).
Con estos precios que han alcanzado los carburantes, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calcula que el sobrecoste que asumirá un conductor que viaje unos 20.000 kilómetros anuales respecto a hace un año será de 280 euros si utiliza gasolina y 200 euros si reposta gasóleo. Este elevado encarecimiento se explica por el aumento de la cotización del barril Brent de petróleo, el de referencia. El pasado 16 de junio, marcó un máximo de 74,39 dólares (62,34 euros), un 45,8% más que el 1 de enero, cuando se pagaba a 51 dólares (42,74 euros).
Perspectivas futuras
No es posible saber con exactitud si la escalada de precios continuará en las próximas semanas. En cuanto a la evolución de la materia prima, el crudo, dependerá en buena parte del comportamiento de la demanda y de la estrategia que siga la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Pero también es cierto que la mitad del precio de los carburantes se corresponde con impuestos. El plan de reformas recientemente enviado por el Gobierno español a Bruselas incluye revisar las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburantes. El objetivo es «profundizar en el diseño de una fiscalidad verde que contribuya a la sostenibilidad, protegiendo al medio ambiente como herramienta de lucha contra el cambio climático». Es decir, subir los impuestos que gravan las fuentes de energía más contaminantes, como son las derivadas del petróleo.
Otro factor que podría influir de forma indirecta en el precio de los carburantes es el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que asume los costes asociados al régimen retributivo específico de las renovables, cogeneración y residuos. Un fondo que pretende reducir la factura eléctrica, pero que indirectamente puede subir la de los carburantes.
