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Ursula von der Leyen. AFP
Bruselas quiere endurecer las importaciones de acero por la guerra comercial

Bruselas quiere endurecer las importaciones de acero por la guerra comercial

Los sindicatos celebran esta propuesta porque «podría cambiar el escenario de las plantas asturianas a medio plazo»

P. L.

GIJÓN.

Jueves, 15 de agosto 2019, 02:21

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La Comisión Europea presentó ayer una propuesta a la Organización Mundial de Comercio (OMC) para introducir algunas modificaciones a los aranceles que aplica de forma definitiva desde febrero de este año a las importaciones de productos de acero. El objetivo de esta medida es contrarrestar el daño provocado a la industria europea por los gravámenes que Estados Unidos impone a las compras de este material con motivo de la guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump. Con estos ajustes, Bruselas pretende aumentar la efectividad de los aranceles y conseguir que estén «totalmente en línea» con las reglas de la OMC. El análisis de las medidas que se llevó a cabo hasta mayo, no obstante, mostró que «habían funcionado bien», destacó la institución liderada por Ursula von der Leyen.

En concreto, ajustará el funcionamiento de algunas cuotas para ciertos productos, como aquellos de acero laminado en caliente -que se produce en España- y otros para el sector automovilístico. Además, actualizará la lista de países en vías de desarrollo a los que no se aplican los aranceles teniendo en cuesta los datos más recientes. También reducirá el ritmo de liberalización gradual y pasará a aumentar al 3% el nivel del contingente libre de derechos después de cada año de aplicación, en lugar del 5% que se estipulaba hasta ahora. El Ejecutivo comunitario comunicó ayer los cambios a la OMC y ahora los discutirá con los países afectados. Tras estas consultas, deberán ser aprobados por los Estados miembros para que puedan entrar en vigor en octubre de este año.

Respuesta a la patronal

Con esta propuesta, la Comisión Europea da respuesta, en parte, a las reclamaciones puestas sobre la mesa por las compañías siderúrgicas del viejo continente. En reiteradas ocasiones, han solicitado medidas más eficaces para intentar combatir los efectos de las medidas proteccionistas aprobadas por Estados Unidos. Ya en junio, 45 directores ejecutivos de las empresas del acero europeas hicieron pública una carta abierta en la que reclamaban una acción «urgente» para ayudar a esta industria ante los efectos distorsionadores del mercado y advertían de que están en peligro miles de empleos. De hecho, los sindicatos celebraron ayer este paso adelante de la Comisión Europea para proteger a la industria.

«Es una noticia excelente. Esto podría cambiar el escenario a corto y medio plazo en las plantas asturianas» si al endurecimiento de los aranceles se suma un aumento definitivo de la producción por los problemas de la planta italiana de Ilva, apuntaron fuentes sindicales. Por el momento, el incremento es «puntual y leve», según detalló Arcelor.

Las actuales salvaguardas aplicadas por Bruselas se instauraron provisionalmente en julio de 2018 y, de forma definitiva, en febrero de este año para evitar graves perjuicios a la industria europea del acero causados por el incremento de las importaciones y la diversificación del comercio, como consecuencia de la decisión adoptada por Estados Unidos el año pasado de imponer aranceles a las importaciones de ese material.

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