Vauste iniciará una nueva línea de negocio en 2018 para la automoción

La dirección de Vauste (antigua Tenneco) reunió ayer a la plantilla para informarle sobre el plan estratégico que pretenden desarrollar en la planta gijonesa y que estará enfocado hacia dos líneas de negocio: por un lado se continuará con la fabricación de amortiguadores, buscando otros nichos de mercado, como el de las motocicletas, para no depender exclusivamente de la multinacional Tenneco, y por otra parte se abordará una nueva producción de piezas con inyección de magnesio para el sector de la automoción. Esta segunda línea de negocio se iniciará previsiblemente a principios de 2018, tras la compra en Japón de la maquinaria correspondiente para esta tarea, y supondrá un paso decisivo en la diversificación de la empresa.

Este plan estratégico se enmarca dentro del acuerdo que mantienen la compañía americana Tenneco, exdueña de la planta gijonesa, y el fondo alemán Quantum, que el pasado 31 de marzo cumplió el primer año de vigencia tras su firma. Ambas firmas habían rubricado un pacto de tres años para garantizar una carga de trabajo de 600.000 amortiguadores por año, con vistas a ser suministrada únicamente a Tenneco, mientras se avanzara en la diversificación de negocio en busca de productos de mayor valor añadido.

Fue el propio director de Vauste, Fernando Sáez, quien ayer informó a los trabajadores de la planta de Tremañes sobre los planes para los próximos años. La empresa ve en la fabricación de amortiguadores pequeños para el sector de las motocicletas una oportunidad de negocio para no depender exclusivamente de los que fabrica destinados a la automoción y que tienen a Tenneco como único cliente hasta el año 2019.

El presidente del comité de empresa, Javier Álvarez, valoró el anuncio realizado por la dirección de Vauste por cuanto que «demuestra la apuesta de Quantum» por la empresa gijonesa de Tenneco y que «el proyecto, que garantiza nuestros empleos, empieza a coger forma». El secretario general de la CSI y miembro del comité, Nacho Fuster, también ve positivo este proyecto, pero pide «un documento o una firma» que dé garantías de su cumplimiento. «El papel lo aguanta todo, pero no hay nada nuevo de lo que nos anunciaron hace un año», apunta.

Lo cierto es que los trabajadores agradecen un plan estratégico que sirva para diversificar el negocio de Vauste y garantizar el empleo después del conflicto laboral sufrido en 2013, cuando la dirección de la multinacional americana anunció el cierre de la fábrica. Fueron meses de negociaciones al más alto nivel, manifestaciones y encierros contra las intenciones de la empresa de cerrar la fábrica de Gijón. Hoy, la empresa ha aumentado de 117 a 122 empleos y camina hacia la diversificación.