El número de hipotecas a tipo variable repunta a pesar de la escalada del euríbor
Influye que los créditos a interés fijo «también están altos ahora» y que las familias piensan en las medidas del Banco Central Europeo como algo transitorio
M. SUÁREZ/ N. A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Domingo, 11 de septiembre 2022, 02:52
El Banco Central Europeo (BCE) se volvía a reunir el jueves para anunciar una subida de los tipos de interés del 0,75%, la ... más abultada de toda la historia del euro. Esta forma agresiva de frenar la inflación eleva el precio del dinero, desboca el euríbor y, por extensión, encarece las hipotecas de tipo variable, que se calculan, en la inmensa mayoría de los casos, teniendo en cuenta dicho índice de referencia. Como efecto inmediato, quienes tengan que revisar ahora un préstamo -digamos, por ejemplo, de 150.000 euros- pagarán de media 178 euros más al mes.
Ni es la primera subida ni será la última. De hecho, la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) estima que 2022 se cerrará con un euríbor del 2,3% y, en 2023, podría llegar incluso al 3%. Con la decisión adoptada el jueves por el BCE, la media provisional de septiembre se sitúa ya en el 1,9%, cuando en agosto era del 1,2% y en enero, antes de que la invasión rusa de Ucrania sacudiese la economía europea, del -0,4%. En su tasa diaria del viernes, el euríbor ya superaba la barrera del 2%, un umbral que no se traspasaba desde 2011.
Ante este nuevo escenario financiero, el número de hipotecas que se suscriben en Asturias para la compra de una vivienda ha ido conteniéndose durante este primer semestre del año. «El dinero es miedoso y estamos en una situación de mucha incertidumbre», asegura el vicedecano del Colegio de Economistas de Asturias, Abel Fernández, para explicar esa mayor reticencia de las familias a hipotecarse. En junio, último mes del que constan datos oficiales, se constituyeron en Asturias 729 hipotecas sobre viviendas, 113 menos que en el mes de enero, cuando el Principado fue la comunidad autónoma donde se contrataron más créditos hipotecarios. Y siete de cada diez fueron de tipo fijo. Porcentaje que ha sufrido una variación mínima.
Según la información ofrecida al respecto por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre los meses de enero y julio, el número de préstamos a tipo fijo se incrementaron solo un 2,6%. El nuevo paradigma hipotecario que se desprende de la situación actual impacta sobre el euríbor, pero no hay que olvidar que, en tiempos de inflación y con medidas como las del BCE que encarecen el precio del dinero, los tipos fijos también se ven damnificados. «Los bancos reajustan las condiciones en función de las circunstancias», señala Fernández.
Por eso, en este momento «es importante hacer una proyección a largo plazo, porque un crédito hipotecario se contrata por un plazo de muchos años y el período que estamos viviendo es excepcional y transitorio», puntualiza. Tanto es así que entidades bancarias como Caja Rural de Asturias dicen haber notado en las últimas semanas «un cambio de tendencia», que se traduce en un ligero repunte de las hipotecas que se firman a interés variable, a pesar de la escalada que ha experimentado el euríbor.
En contra de lo que pudiera parecer a vuela pluma, expertos como Juan Carlos Álvarez consideran que, «con una inflación del 11%, pensar que una persona puede recibir dinero prestado a menos del 2% es surrealista». Fuentes bancarias consultadas por este periódico admiten que, al «acompasar la oferta a las condiciones del mercado», los tipos de interés que se aplican a las hipotecas «ahora están altos». Y añaden: «La gente -aunque la política antiinflacionista del BCE penaliza a corto plazo a quienes se hipotecan a un interés variable- empieza a pensar que el euríbor se controlará» con el tiempo y la situación volverá al punto de partida.
Un antes y un después
Sabadell Herrero, según información proporcionada por la entidad, ha registrado durante julio y agosto -meses tradicionalmente más flojos en el cierre de operaciones- un incremento de préstamos hipotecarios en torno al 15%. «En tipo fijo y en tipo variable», precisan. BBVA constata, por su parte, que «nuestros clientes están empezando a decantarse más por las hipotecas a tipo variable». Y Caixabank refiere un crecimiento en «la producción de hipotecas» durante el primer semestre de 2022, pero, en su caso, fundamentalmente a un tipo de interés fijo.
De todas formas, la inflación ha marcado un antes y un después en el mercado hipotecario y pedir ahora financiación para la compra de una vivienda dista mucho de lo que suponía hace seis meses. No hay que olvidar que España cerró agosto con un Índice de Precios al Consumo (IPC) del 10,4% y Europa, del 9,1%. Niveles que las autoridades europeas consideran inasumibles, de ahí que a Christine Lagarde, presidenta del BCE, no le tiemble el pulso a la hora de subir los tipos de interés, independientemente de las consecuencias que eso está teniendo para las familias y el sector inmobiliario. Su lucha contra la inflación no cesará hasta rebajar el IPC al 2%.
¿Y cómo protegerse del encarecimiento de las hipotecas? La plataforma de intermediación Hipoo apunta tres mecanismos posibles: «Seguros que cubran las subidas de los tipos de interés, pausas en el pago mensual de las cuotas y renegociación de las condiciones». A lo primero se le denomina 'swap' hipotecario y entraña su riesgo por la prima que acarrea. El segundo mecanismo es lo que se conoce como hipoteca con carencia, que permite pausas en el pago de entre 12 y 24 meses en casos como este de una subida de los tipos de interés que puedan comprometer la economía de una familia.
Eso, en el caso de los nuevos contratantes. Para quienes ya tienen firmada la hipoteca, la alternativa puede ser la novación, es decir, la renegociación de las condiciones con el banco. Pero «ojo, a veces sale lo comido por lo servido», advierten los economistas, que ponen el foco en las bonificaciones aplicadas en el grado de vinculación con la entidad bancaria a través de otros productos financieros «con los que la hipoteca sale más cara a la larga».
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