«Una oportunidad para la industria carbosiderúrgica del siglo XXI»

Si el «momento es histórico», la propuesta inversora de la Unión Europea es «inédita». El jefe de la Oficina de Representación de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca, incidió ayer sobre este aspecto para entender «las nuevas oportunidades que se abren». En defensa del trabajo que se ha realizado desde las instituciones comunitarias en estos meses de pandemia, Fonseca subrayó los tres objetivos que hicieron de guía: «salvar vidas, potenciar el mercado interior y relanzar la economía».

Aún presentes los dos primeros, de los que el representante europeo dijo que se «gestionaron de forma ágil», el relanzamiento se antoja clave. «Tocará devolver las ayudas que se están prestando», subrayó Fonseca. Y ahí es donde entra ese nuevo fondo, el Next Generation EU, calificado como «revolucionario».

El papel que jugará Asturias en este contexto no es disociable a las líneas que se establezcan desde el Gobierno central. A juicio de Francisco Fonseca, «se recomienda que el gasto se ajuste a las grandes prioridades, la transición ecológica y digital». Bien es cierto que, por su recorrido histórico, cree que la industria asturiana tiene «una gran oportunidad» para transformarse y dar el salto hacia la «industria carbosiderúrgica el siglo XXI». Es decir, mantener la posición de liderazgo y competitividad pasada pero, ahora, sin la utilización de carbono.