El Principado recalca que la parada del horno alto de Arcelor es un «ajuste temporal»

De hecho, Fernández recordó que, a pesar de la parada del horno alto prevista para finales de septiembre, en los meses anteriores se ha registrado «un récord de producción y de beneficios en el sector del acero», de manera que «lo que se ha producido es un efecto de ajuste como consecuencia del contexto internacional». Como explicó la siderúrgica el jueves al comunicar esta decisión, se debe, exclusivamente, a «la situación del mercado y las previsiones para los próximos meses», en un momento marcado por la incertidumbre económica «en el que la confianza de los consumidores de acero ha disminuido», a lo que se suman las importaciones disparadas procedentes de países extracomunitarios, que no se ven afectados por los costes de CO2.

La previsión de la compañía pasa por retomar la producción cuando las circunstancias del mercado sean más propicias, mientras que «mantiene sus planes de descarbonización y de producción y consumo de hidrógeno en el futuro», apuntó el consejero. Una iniciativa con un presupuesto de mil millones de euros -que desembolsarán a partes iguales la firma y el Gobierno de España- que es lo más relevante para el Principado. «Entendemos que esto es lo que realmente va a asentar a Arcelor en Asturias y a garantizar que sean muchos años más los que podamos contar con la actividad económica y el empleo que esta compañía genera en la región», abundó el consejero.

La parada del horno alto 'A' afectará, de forma directa, a unas 150 personas, aunque el impacto será muy superior, ya que, sin el arrabio que sale de estas instalaciones, las acerías perderán producción y habrá menos desbastes que laminar. El Ejecutivo asturiano, indicó Fernández, también se ha interesado por las repercusiones en el empleo. «Nos dicen que podría haber una regulación temporal de empleo que se acordará con los sindicatos, con unas condiciones favorables para los trabajadores que pudieran llevar a que hubiera un acuerdo», apuntó. La vigencia del último expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) terminó el pasado 31 de diciembre ante la falta de acuerdo entre los sindicatos.

Por otro lado, Fernández también se refirió al corte del suministro de gas a Europa anunciado el pasado viernes por Rusia debido, según Moscú, a una fuga. Un «chantaje» que evidencia, indicó, la necesidad de aplicar políticas de ahorro y eficiencia energética y, además, «da la razón» a quienes en el seno de la Unión Europea abogaban «por ser previsores y reducir el consumo para evitar que Rusia nos haga el daño que pretende con decisiones de este tipo».