La siderurgia europea lanza un SOS por la «entrada masiva» de acero barato
Los CEO de las compañías envían una carta a los 27 gobiernos de la UE para exigir medidas urgentes. Afirman que el sector está al 60% de su capacidad por el elevadísimo nivel de importaciones
La siderurgia europea lanza su enésima señal de socorro, ante una situación crítica, que puede abocar al sector al cierre. En una carta abierta ... enviada a los jefes de Estado y de Gobierno de los países que conforman la Unión Europea (UE), los consejeros delegados de las principales acereras piden que se tomen medidas urgentes para salvar esta industria y el sustento de sus trabajadores, que se ven amenazados por las importaciones masivas baratas y con alto contenido de carbono de terceros países, como China, aunque no solo de este. Además, recuerdan que la situación se ve agravada por los altos precios de la energía y la débil demanda en la UE.
La misiva, que en el caso español se remite al presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, está firmada por el consejero delegado de Arcelor en Europa, Geert van Poelvoorde; el de Tata Steel, Henrik Adam; el de Arvedi, Mario Arvedi; el de Aperam, Timoteo di Maulo, o el de Salzgitter, Gunnar Groebler, entre otros. Se trata del presidente y los vicepresidentes de Eurofer, la asociación que representa a la industria del sector en el Viejo Continente, pero que suscriben la carta en representación de los CEO de todas las grandes compañías. Además de Sánchez, los destinatarios son el resto de líderes gubernamentales, como Emmanuel Macron, en el caso de Francia; Olaf Scholz, en Alemania; o Giorgia Meloni, en Italia. Asimismo, se ha enviado al colegio de comisarios y a los diputados del Parlamento Europeo. Se hace pública, además, como previa del Consejo que se celebrará hoy y mañana para avanzar en las prioridades políticas de la UE.
Recuerda el texto que «la industria siderúrgica europea es una parte indispensable de muchas cadenas de valor clave de la fabricación de la UE y representa innovación, soluciones de productos y empleos de alta calidad en Europa». También que está comprometida con la descarbonización. Sin embargo, se encuentra en su peor situación desde la Gran Recesión.
En este sentido, pone el foco en el impacto que está teniendo el exceso de capacidad siderúrgica mundial y «el comercio injusto», que exacerba el impacto de esa debilidad de la demanda y de los costes energéticos que lastran la actividad comunitaria.
«Sin medidas urgentes, será difícil en la mayoría de los Estados miembros de la UE preservar una industria siderúrgica resiliente y sostenible que pueda invertir en nuestros ambiciosos proyectos de descarbonización para 2030 y más allá», alerta el documento.
Y para argumentar esta advertencia, los líderes empresariales recuerdan algunas de las grandes cifras que deja esta crisis. La producción de acero en la UE se ha reducido un 30% desde 2008, hasta 126 millones de toneladas en 2023; los procesos de reestructuración y reducción de capacidad han provocado una pérdida de casi 100.000 puestos de trabajo en los últimos 15 años y la utilización de la capacidad ha caído recientemente a los niveles «más bajos e inviables», a alrededor del 60%. «Una tendencia que continúa en 2024», avisan.
La reunión ministerial del Foro Mundial sobre Exceso de Capacidad de Acero acaba de confirmar que esa sobreabundancia (551 millones de toneladas en 2023) sigue siendo un problema estructural en rápido crecimiento. Según la OCDE, se están construyendo plantas con la posibilidad de producir 157 millones de toneladas adicionales para 2026, principalmente utilizando tecnología de fabricación de acero convencional, con un alto contenido de carbono.
En este contexto, Eurofer reclama un plan de acción para el acero como parte del Pacto Industrial Limpio que incluya tanto medidas de emergencia como una solución estructural «al desastroso impacto del exceso de capacidad global y el comercio injusto» en el mercado de la UE, que pone en riesgo los empleos y la transición limpia. «Socavar aún más la competitividad de la UE, así como nuestra resiliencia y autonomía estratégica, sería una opción tóxica», advierte también.
En la carta se recuerda el informe Draghi, que reclamaba medidas para reindustrializar el continente, y se pide a los líderes de los Veintisiete que apoyen y respalden con carácter de urgencia medidas para fortalecer y garantizar la aplicación firme de los instrumentos de defensa comercial de la UE para detener las prácticas comerciales desleales y la elusión, así como una solución estructural para bloquear el efecto indirecto del incremento del exceso de capacidad global. «Las salvaguardas actuales del acero deben ser reemplazadas por un régimen de aranceles más sólido», apuntan los CEO.
Además, exigen mejoras en el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) para evitar que pueda ser sorteado y para preservar las exportaciones de acero de la UE y que se reduzcan los costes energéticos en todo el continente para las industrias expuestas a una competencia global, a la vez que se garantiza el acceso a las materias primas –que la chatarra se mantenga en la UE– y se crea un mercado de acero ecológico.
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