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Varios gaiteros arroparon a los familiares y compañeros de los mineros a su salida del pozo. E. C.

Los cuatro encerrados en el Pozo Santiago abandonan la mina ante la presión de Hunosa

Aller se volcó con los mineros de las contratas, que piden más apoyo de los sindicatos para garantizar el empleo a partir del 1 de enero

ÓSCAR PANDIELLO

GIJÓN.

Domingo, 23 de diciembre 2018, 03:18

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Los cuatro mineros que permanecían encerrados en la novena planta del Pozo Santiago, en Aller, decidieron abandonar su protesta ante el aumento de las presiones por parte de Hunosa. La empresa pública, según relataron los trabajadores de las contratas afectadas, incrementó sus advertencias a lo largo de la tarde de ayer avisando de que las instalaciones en las que permanecían recluidos «no pertenecen a su empresa» así como de posibles multas e intervenciones policiales.

Los trabajadores, por su parte, lamentaron profundamente la postura de la empresa pública y de los sindicatos, a los que acusan de «abandono» durante el tiempo en el que duró el encierro. En las últimas horas, según estas fuentes cercanas a los cuatro encerrados, Hunosa garantizó que no habría represalias de ningún tipo por su parte y por parte de la empresa subcontratada si se retiraban del pozo a lo largo de la jornada de ayer.

Los implicados en el encierro, pertenecientes a la empresa Carbomec, fueron Fabián Fernández, Adrián Neira, Borja Fernández y Omar Fernández. Tino Díaz, vinculado a Comisiones Obreras, abandonó el encierro durante la noche del viernes. Todos ellos recibieron el aliento de sus vecinos y compañeros de trabajo durante el mediodía de ayer a través de una manifestación convocada de forma unánime por el Pleno del Ayuntamiento de Aller. No en vano, acudieron a la concentración los representantes de todos los partidos del Consistorio. Al frente de la comitiva municipal se presentó el alcalde David Moreno Bobela, que se dirigió a los asistentes para mostrar su disconformidad con el futuro de las subcontratas y, por extensión, con el devenir del pozo, «la mayor fuente de trabajo del municipio».

«El concejo no se va a dejar avasallar, eso lo tienen que tener claro. El Ayuntamiento en pleno defenderá los derechos de estos trabajadores y seguirá pidiendo una solución justa para todos. El futuro de la zona va en ello», defendió el alcalde.

Si bien la concentración puso de manifiesto la unión entre los sectores más cercanos a los mineros encerrados, Jesús González, trabajador de las subcontratas de Hunosa, pide que para la próxima movilización en defensa del colectivo «acuda una mayor representación de los trabajadores y del sector sindical asturiano». «Damos las gracias a toda la gente que vino, pero tenemos que contar con todos. Echamos en falta a representantes políticos y sindicales ya que si no contamos con el aliento de quien lleva la batuta, no podemos seguir avanzando», lamentó González.

La concentración estuvo a punto de no poder celebrarse ya que la seguridad del pozo prohibió en un primer momento el acceso a la plaza principal del recinto. Una mediación entre los representantes de los trabajadores encerrados, del alcalde y de los agentes de seguridad, finalmente, hizo que éstos últimos abrieran las puertas del recinto. De cara a las próximas fechas, González espera que algún representante de la empresa pública se pronuncie a favor de los trabajadores de las contratas y les de garantías de futuro. «La actitud que vemos por su parte, de momento, es de desidia. Parece que el interés es nulo, como si pensaran que los cuatro encerrados estos ya se cansarán y que después de eso no pasará nada más», critica.

«El mejor acuerdo posible»

El secretario general de la sección sindical de Comisiones Obreras en Hunosa, Rubén García, también se quiso pronunciar ayer sobre el encierro alegando que el acuerdo al que se ha llegado con la empresa y no contenta a los trabajadores de las subcontratas es «el mejor acuerdo posible dadas las circunstancias». «Mi compromiso con ellos siempre fue que continuarán trabajando en Hunosa el mayor tiempo posible ligados a trabajos de extracción, si seguíamos pudiendo sacar carbón, y a las labores de recuperación de materiales y maquinaria de los pozos que fueran al cierre», explica el sindicalista.

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