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Eduardo Martín y Nuria Núñez, de Acueo, con el premio y el diploma, y Diego Oliveira, de EL COMERCIO. Foto: D. Arienza / Vídeo: Aida G. Fresno y Diego Abejón

Acueo

Caldereta de Don Calixto a la Innovación
«Carmen Vinjoy aportó a Acueo la tradición y nos inició a amar el entorno»

Los cultivadores de ostras Eduardo Martín y Nuria Núñez reciben un «premio inesperado» a la Innovación por revitalizar el tejido socioeconómico de la ría del Eo y visibilizar su labor

Sábado, 12 de julio 2025, 00:20

Es el de los cultivadores de ostras un oficio que Eduardo Martín aprendió de Carmen Vinjoy, la última cooperativista en activo en la ría del Eo. A ella, fallecida el año pasado, dedicó, emocionado, la Caldereta de Don Calixto a la Innovación que recogió el lunes en Gijón. Un «premio inesperado», lo calificó, «y espero que un poco merecido, pero al lado de quienes lo han recibido estos años y lo reciben hoy…», dijo acompañado de su compañera de vida, Nuria Núñez.

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Él se metió a la ostricultura de casualidad porque «soy un asturiano que nací en Madrid y tuve la suerte de conocer a la gente propicia para quedarme a vivir aquí», contó el biólogo, que en la capital se dedicaba a la evaluación de impactos ambientales. A los 30 años le surgió la oportunidad de trabajar en Luarca y lo aceptó, «porque me quería alejar del ruido y el caos de Madrid y si no lo hacía a esa edad, ya no lo iba a hacer», contó, y de casualidad descubrió las ostras y conoció a Carmen Vinjoy.

Ella, de Barres, «aportó a Acueo la tradición que yo no tenía», señaló su sucesor, «y nos transmitió el respeto por la ría, el producto y el medio ambiente». Contó que Carmen era una enamorada de la ría del Eo y que intentó lanzar una cooperativa que no salió adelante. «Tenía un nivel de vida bajito, pero era una mujer fuerte que estaba convencida del potencial», incidió su discípulo.

«Las comidas en nuestra casa han sido siempre en función de las mareas»

Ahora él celebra un día a día «silencioso y en una ría envidiable. Poder vivir y trabajar aquí ya es un premio, si además hemos conseguido que se conozca un poco pues resulta ya estupendo». La ostra es «un producto culinario especial» porque «o lo amas o lo odias; es increíble ver cómo hacemos feliz a la gente con solo darle eso de comer», apuntó Núñez.

Contó ella, que se sumó al proyecto después de que Carmen se jubilara en 1998 para encargarse de la venta online y de demostrar las posibilidades culinarias de lo que cultivan, que en su casa «las comidas y todos los planes se han hecho siempre en función de las mareas. Tenemos en la cocina el calendario con la bajamar, que es lo que nos ha condicionado». Nuria es la mente inquieta que mueve a Eduardo, que es tranquilo, pero constante. «Al final esto es un trabajo en equipo y muy familiar», señalaron, incluyendo en la ecuación a Manolo, que lleva desde el principio, 32 años, trabajando en Acueo. «Es hijo del último pescador y la última mariscadora de Castropol, oficios que ahí ya se han acabado», lamentó Martín.

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