Nacho Manzano gestionará el hotel Palacio de Rubianes, que abre el 8 de julio

El Palacio de Rubianes es la última apuesta del conocido cocinero asturiano Nacho Manzano. Un proyecto que comenzó a gestarse a finales del pasado mes de noviembre y germinó en enero.

Las circunstancias posteriores a esa fecha han arrojado una serie de dudas. «Se nos ofreció la posibilidad de hacernos con este hotel, que estaba en pleno funcionamiento. Nos encantó, ya que el lugar es maravilloso y el entorno es perfecto y somos de aquí, es nuestro hábitat», dice Manzano, que añade que «es idílico, un entorno en el que puedes encontrar fauna, un río, dos molinos de maíz, una capilla... Nada más que lo vimos mis hermanos y yo, nos cautivó».

Pero lo cierto es que aún está en el aire el uso final del edificio. «De momento, lo conservaremos como hotel, con un restaurante para cenas y desayunos, pero estamos decidiendo si será exclusivamente para los usuarios del hotel o si lo abrimos al resto. También puede ser un restaurante gastronómico o para banquetes de bodas».

La apertura oficial será el 8 de julio y se está trabajando a un ritmo trepidante para tenerlo todo a punto. A principios de mes se cerró el acuerdo, pero ha habido un parón que ha servido para pensar en remodelaciones y en varias cuestiones del funcionamiento que aún se están perfilando. «Estamos con una batería de mejoras». El Palacio de Rubianes, de cuatro estrellas, se encuentra en un antiguo palacio al pie de la Sierra del Sueve, con vistas a los Picos de Europa. «Las instalaciones están muy bien cuidadas, pero queremos darle nuestro toque personal, por eso estamos llevando a cabo reformas», asegura el chef asturiano. «Es perfecto. Está en plena naturaleza, en las faldas de la Sierra del Sueve y con vistas a los Picos de Europa. y un campo de golf». También está sin definir el tiempo en que permanecerá abierto el hotel a lo largo del año. «Los anteriores abrían solo julio y agosto. Posiblemente nosotros cambiemos eso, pero no lo hemos concretado todavía».

Lo que sí está claro es que la cocina que se ofrecerá será sello indiscutible de la casa. «En el futuro iremos viendo posibilidades diferentes. Somos inquietos y nos lanzamos a la piscina ante un proyecto interesante».

Nacho Manzano reconoce que, a pesar de toda la situación vivida, su hotel llega en un momento muy oportuno. «Se habla de que el turismo buscará entornos naturales, un turismo más rural. En Palacio de Rubianes se puede respirar paz, darte un baño de tranquilidad. Esta finca, estos alrededores, son magia».

Las puertas se abrirán en tres semanas. Se espera una interesante ocupación en las 23 habitaciones repartidas en las tres plantas, con terrazas y salones.