Sidrería Villaviciosa
Otro cumpleaños de dos décadas en la calle chigrera y fiestera por excelencia del Oviedo medieval
luis antonio alías
Jueves, 31 de diciembre 2015, 03:00
Severino no ha tenido una vida profesional ordinaria. Junto a su hermano René ejerció de maestro de escuela, de empresario de discotecas juveniles, y llegado el tiempo de los destinos definitivos, de hostelero dispuesto a conciliar ambientes populares y rincones de exigencia. El restaurante Amandi de Villaviciosa destacó por su selecto continente y sus igualmente selectos contenidos hasta que René, por enfermedad, hubo de retirarse.
Necesitado de una alternativa más recoleta y llevadera, encontró su local en plena calle Gascona, la medieval de los comerciantes franceses, y la actual centro de la movida sidrera carbayona.
Y con Ángeles de cocinera, una ribadense que domina con igual pericia el buen hacer asturiano y el buen hacer galaico, suele proponernos refrescantes ensaladas de bacalao, calamares afogáos con patatines, pulpos variados, pescados al horno cercados de cremosas panaderas, timbal de setas, cabrito a la sidra, cochinillo coruscante, cachopo de ibérico o de cecina con queso de cabra, lenguado relleno, bugres a la plancha y en arroz, arroz con pitu y costilla, paté de cabracho, fabada (o pote) con fabes maliayas y compangos caseros...
«Ofrezco cocina asturiana, pescados de cantil y carnes roxas, sin florituras, preservando los sabores francos y claros», asegura Severino.
¿Y tantos palos de sidra?
«Visito, pruebo, y adquiero todos los que me convencen; a fin de cuentas, dirijo una sidrería con excelentes escanciadores».
Pues ya ven:carácter, profesionalidad y buenos alimentos.