Daniel Berrocal, con su hijo Martín. Pardo
Xivares (Carreño)

Bar Restaurante Merendero Casa Maruja

Sábado soleado. En la terraza de Casa Maruja, ante el menú y un concierto, sentimos la plenitud del día

Sábado, 22 de junio 2024, 02:00

En la rotonda de Veriña tiramos hacia Candás. Al poco, cuesta arriba primero, cuesta abajo brevemente, avistamos la playa de Xivares. Antes del arenal, a la derecha, el chalet de Casa Maruja nos recibe con práu, merendero y –sorpresa gozosa e inesperada– la actuación en directo de Sara Cangas, una moza de voz modulada y potente que iba arpegiando los acordes tristes de 'La Llorona' para seguir, entre canciones propias y ajenas, con un 'Gijón del Alma 'coreado. No sorprenda: Carreño prolonga, más que ningún otro concejo, el carácter marinero y fabril de los gijoneses.

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Casa Maruja

  • Dirección: Barrio Xivares, 6 - Xivares (Carreño)

  • Teléfono: 985 16 92 70

  • Encargados: Daniel Berrocal y Andrea Ojeda

Al verde plano primero, árboles y césped pulcramente segado, que termina en pendiente y matorral hasta la arena y las olas, se asoma la circundante terraza alta que muestra, de horizonte, diríase que emergiendo de la selva, las chimeneas de la Térmica de Aboño.

Casa Maruja, llamada así por su primera dueña y popularizadora, abrió en 1971, cuando Perlora y otras aventuras vacacionales hacían a muchos rapacinos soñar y disfrutar con un julio y agosto entre Aboño (RIP) y Antromero. Tras Maruja la llevaron más de tres décadas Luisa y Raúl. Y ahora, en una nueva cuenta atrás juvenil, Daniel, veraneante de la urbanización vecina («¡Hice hasta la Comunión aquí)!») y Andrea, aseguran la continuidad de lo que constituye un bar y comedor grades bañados por aires, sol, y últimamente lluvia, a raudales.

La fabada y el pote siempre ofrecen una excelente apertura, igual que las verdinas con marisco o los garbanzos con picadillo gratinados: la cuchara de inicio entona y tonifica. Luego podemos decantarnos por unos codillos al vino tinto, un cachopo de merluza en salsa verde, unos huevos rotos con tacos de lomo, unos fritos de pixín con alioli, unas tiras de ternera en salsa de setas, y otros platos entre menús electivos, selectivos, variados, abundantes y ajustados de precio. Y si además hay música, y nos toca de intérprete Sara Cangas, pedir un baño pudiera parecer excesivo. Y sin embargo nada más sencillo y próximo.

Milhojas de puerro confitado, panceta ahumada, huevo a baja temperatura, vieira , pesto de nueces y gamonéu

Ingredientes: 3 puerros confitados, aceita de oliva virgen, sal.

Relleno: 300 g de puerros, 250 cl. de aove, 100 g. de panceta ahumada, 100 g. de ajo, 4 vieiras (su carne), 10 cl. de vino blanco, 1 huevo, 5 g. de perejil picado.

Para el pesto: 50. g. de albahaca, 1 ajo, 25 g. de nueces, 30 g. de gamonéu, aove (que cubra), sal.

Elaboración: 1. Reservamos el tronco blanco de los puerros sin las hojas verdes ni la raíz. 2. Cortamos cada tronco en dos a lo largo, retirando la primera capa. 3. En una olla los cubrimos totalmente con aove. 4. Los confitamos de 1 a 2 horas según calibre, siempre en fuego lento sin hervir. 5. Con una brocheta comprobamos que ya están y los reservamos en otro recipiente. 6. Retiramos la carne y el coral de las vieiras. 7. Marinamos 15 m. con ajo picado, perejil, vino y sal. 8. Las salteamos fuerte con hilo de aove y reservamos. 9. Para el pesto trituramos todos los ingredientes añadiendo el aove en hilo. 10. Y para el huevo a baja temperatura ponemos a hervir agua, cuando rompa la retiramos, esperamos 2 m para romper allí el huevo. 11. Tapamos, esperamos 3 m. y lo sacamos.

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