Restaurante Ale Mann
Nacida y crecida en Hamburgo, con largas y frecuentes estadías en Gijón, Anouk da a conocer, en el país paterno, la cocina del país materno. Y junto a su hijo sirve platos de todo el ámbito germánico
La historia de Anouk tiene hechuras de novela. O de serie, ahora que los libros andan de capa caída. Al iniciarse la década de los setenta, un chico de Páramo del Sil se fue a Inglaterra a trabajar de hostelero. Y lo logró en un hotel de cinco estrellas de Cornwell. Allí, en el curro, conoció a una alemana, Erika, con la que tuvo una hija, Anouk, nuestra protagonista.
Restaurante Ale Mann (Gijón)
-
Dirección:J José Manuel Palacio Álvarez, 6.
-
Teléfono: 985 300 416.
-
Propietarios: Anouk Acebedo Wuensche y Maximilano Fernando Acebedo Wuensche.
-
Web: www.allemann.es
Poco después Fernando, que así se llamaba el leonés del otro lado de Cangas del Narcea, tuvo que regresar por causa del servicio militar. Y su chica hamburguesa (queda simpático el gentilicio a la vez que nos recuerda de donde proviene el más universal preparado de carne) retornó a su ciudad portuaria. Allí creció Anouk. Pero Erika, la madre, no deseaba que su hija prescindiera de la figura paterna y, desde niña, pasaba los veranos en Gijón, donde Fernando regentaba un bar de grato y duradero recuerdo: La Peña.
Y entre el norte del norte, y el norte del sur, Anouk creció, estudió económicas, trabajó por establecimientos hosteleros diversos para ayudarse con los estudios, una decisión muy normal del Pirineos arriba, y se hizo una vida entre el Mar Báltico y el Cantábrico. «Finalmente decidí venirme; mi padre está delicado de salud y deseo quedarme a su lado, y dado que necesito ocupación, pensé en abrir una embajada de allí aquí, donde apenas se conoce la gastronomía de mi otro país». Junto a la amplia selección de cervezas, cuyas características explica detalladamente al curioso catador de novedades, o de vinos del Rhin o del Mosela, desfilan ante nosotros codillos, frikadelles, pasteles de carne, schweinkotelett o chuleta de aguja, wurt y salchichería variada, ensaladas diferentes... «Vamos pronto a cambiar de sitio, la zona de Poniente, muy animada en verano, se vuelve triste y solitaria en los meses fríos», dice la encantadora Anouk. Estaremos muy atentos a ello.
Ofenkartoffel mit Quark o patatas con queso al estilo alemán
Ingredientes por comensal:
1 buena patata. Sal. Papel de aluminio. Para el relleno: queso weiskase o quark, requesón, cebollino, eneldo y perejil.
1. Elegimos una lisa, ancha y alargada patata nueva sin defecto alguno.
2. La lavamos bien bajo el grifo.
3. Ponemos en un cazo, donde quepa perfectamente, agua con sal que la cubra.
4. Llevamos el agua a ebullición.
5. La metemos cuidadosamente en el agua hirviente (siempre con su piel) durante un cuarto de hora.
6. Dejamos que hierva de diez minutos a un cuarto de hora para darle una primera cocción.
7. La recudimos y cubrimos por completo con un papel de aluminio.
8. La metemos al horno precalentado (180ºC). otros diez o quince minutos (podemos pincharla para asegurarnos de su terneza).
9. Mientras tanto hacemos un relleno batiendo, cremando y unificando queso weiskase (quark) y requesón.
10. Añadimos al batido un picado fino de cebollino, eneldo y perejil.
11. Cortamos y abrimos la mitad de la patata, de extremo a extremo, separando esas dos partes sin romperla.
12. Rellenamos la abertura de la patata con la crema de queso especiada.
13. Emplatamos con, de guarnición, una fresca ensalada de tomate, lechuga, pepino, rabanitos, vinagre de manzana y aceite de oliva.
14. Y a disfrutarla con una cerveza alemana o un riesling del Rin, ambos muy fríos.